obtener un buen resultado de la cocción. La regulación de los humos tiene que estar completamente tirada hacia la
fachada de la termococina.
La olla para el horno se puede colocar en distintas alturas. Los pasteles espesos y las carnes de grandes
dimensiones hay que posicionarlas en el nivel más bajo. Los pasteles bajos y los bizcochos se ubican en el nivel
medio. El nivel superior se puede utilizar para calentar o dorar.
La termococina está dotada de una rejilla hogar de hierro fundido, que se puede alzar mediante la utilización de una
expresa manivela. La posición superior optimiza la utilización de la placa, mientras que la posición inferior optimiza el
calentamiento del agua y del horno.
Como OPCIONAL está disponible además una rejilla para el HORNO.
12. UTILIZACIÓN CORRECTA PARA LA CALEFACCIÓN CENTRALIZADA.
Con la finalidad de obtener los mejores resultados en la utilización como calefacción centralizada, es necesario tener
bien claros algunos conceptos de base.
La instalación funcionará muy bien solamente cuando haya alcanzado su propio régimen y su bomba esté siempre
en movimiento; sólo bajo estas condiciones, en efecto, el agua que proviene de la instalación estará suficientemente
caliente como para impedir fenómenos de condensación en el interior del cuerpo de la caldera; si, por el contrario, la
instalación funcionare con una potencia demasiado reducida, la instalación tenderá un funcionar de manera
intermitente.
Se verificará, prácticamente, que la bomba trabajará sólo durante breves periodos y únicamente cuando el agua
supere los 70° C; pero, cada vez que el agua fría qu e retorna desde la instalación haya hecho descender la
temperatura por debajo de este límite, la bomba se detendrá a la espera de que la temperatura alcance nuevamente
los a 70° C.
Durante estos periodos de pausa, el agua de los radiadores tenderá a enfriarse, volviendo, a su vez, fría a la caldera,
cuando la bomba esté nuevamente lista para volver a partir.
Con esta modalidad de funcionamiento, los radiadores siempre estarán fríos en la parte más baja como así también
la parte inferior del cuerpo caldera se mantendrá casi fría, permitiendo la condensación de los humos y de los
vapores ácidos que, en el transcurso del tiempo, podrán provocar corrosiones.
Con la finalidad de evitar este grave invonveniente será necesario ajustar el aire de combustión, de manera tal que el
calor que se ha generado sea capaz de mantener constantemente la bomba e funcionamiento; sólo así, en efecto,
será posible calefaccionar de manera uniforme los radiadores, causando un retorno de agua caliente en la caldera
que impida la condensación de los humos y la consiguiente corrosión.
Para obtener este resultado, habrá que regular la persiana del aire primario (puerta del cajón cenizas), a 1/3 de la
apertura.
El aire secundario (encima la puerta del hogar) tiene que estar completamente abierto, mientras que la manopla de la
persiana termoestática puesta debajo la puerta del horno tiene que estar regualda de manera tal que la temperatura
del agua en la caldera se estabilice entre los 70 – 80 ° C; para ello hay que actuar de la siguiente m anera.
Si una vez que se ha regulado la persiana en la posición 3 y después de un par de horas de funcionamiento la
temperatura del agua no se hubiere estabilizado todavía permitiendo un funcionamiento continuo de la bomba, será
necesario aumentar la apertura tratando de programarla en la posición 5.
Si en la posición 5 la temperatura, después de un tiempo, llega a 80 – 85° C, será oportuno llevar la regulación a la
posición 4, ya que, en este caso, sería excesiva; si, en cambio, se estabiliza entre los 70 – 80° C ser á una
temperatura correcta y se podrá dejar siempre en esta posición.
13. FALTA DE ENERGÍA ELÉCTRICA
En la eventualidad de una imprevista interrupción de la erogación de la energía eléctrica durante el normal
funcionamiento de la instalación, será necesario cumplir las siguientes simples maniobras a fin de evitar que la
caldera entre en ebullición después de la falta de funcionamiento de la bomba.
1. Levantar al máximo la rejilla móvil del hogar, con la finalidad de reducir la superficie de intercambio expuesta
al calor de la llama.
2. Cerrar las regulaciones del aire primario y secundario, y llevar a la posición 0 la manopla del termostato
modulante, que está fija en la parte derecha del dorso de la termococina, de manera tal de bloquear
completamente la entrada del aire comburente.
3. Abrir la portezuela del horno, a fin de favorecer la eliminación del calor interno.
4. Abrir la regulación humos empujando el pomo hacia el lador derecho de la estructura; de esta manera se
desviará hacia la chimenea el calor residuo todavía en producción.
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Instrucciones para la instalación, la utilización y el mantenimiento – ES
TERMOROSA DSA
– Rev.02