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Aunque su telescopio LCM requiere poco mantenimiento, hay algunos puntos que se deben tener en cuenta para asegurar el
rendimiento máximo de su telescopio.
Cuidado y limpieza de la óptica
De vez en cuando es posible que se forme polvo y humedad en las lentes de su telescopio. Se debe prestar especial atención al
limpiar cualquier instrumento para evitar que la óptica resulte dañada.
Si se ha formado polvo en la lente objetivo, se debe quitar con un cepillo (hecho de pelo de camello) o con un compresor de aire a
presión. Pulverice en un ángulo con respecto a la lente durante unos dos a cuatro segundos. Luego se debe utilizar una solución
especialmente fabricada para la limpieza de productos ópticos y un trozo de pañuelo de papel blanco para quitar los restos. Aplicar
la solución en el pañuelo de papel y a continuación aplicar el pañuelo de papel en la lente. Limpie la óptica con movimientos desde
el centro de la lente hacia la parte exterior si aplicar presión. iNO frotar en círculos!
Se puede utilizar un agente de limpieza disponible en el comercio, o un agente de limpieza preparado por usted mismo. Una buena
solución para la limpieza es alcohol isopropílico mezclado con agua destilada. La solución debe ser de un 60% de alcohol
isopropílico y un 40% de agua destilada. También se puede utilizar jabón biodegradable diluido en agua (un par de gotas por cada
cuarto de agua).
Para reducir la necesidad de la limpieza de su telescopio a un mínimo, se deben volver a colocar todas las tapas de las lentes
después de la observación. Esta acción impedirá que agentes contaminantes entren en el tubo óptico.
Colimación
(Modelos LCM 114)
Las prestaciones ópticas de un telescopio están relacionadas directamente con la colimación, es decir la alineación del sistema
óptico. Los telescopios de la serie LCM han sido colimados en fábrica una vez ensamblados. Sin embargo, si el telescopio sufre
golpes o severos movimientos durante el transporte puede descolimarse. Los modelos refractores de 80mm disponen de sistemas
ópticos fijos y, por lo tanto, no necesitan colimación. Los LCM 114, sin embargo, tienen tres tornillos de colimación que se emplean
para alinear el espejo primario.
Para comprobar la colimación del telescopio consulte el siguiente diagrama de ayuda. Si mira en el interior del porta-ocular (sin el
ocular insertado) debería ver una imagen similar a la del diagrama. Si la reflexión de su ojo está descentrada, entonces hay que
colimar el instrumento.
Los ajustes de colimación del telescopio pueden efectuarse girando los tornillos de colimación situados en la parte posterior del
tubo óptico. Primero, afloje los tres tornillos de cabeza Phillips situados en la celdilla posterior del tubo. Gire los tornillos, uno a uno,
hasta que la imagen reflejada de su ojo en el espejo secundario esté centrada en el espejo primario. Una vez colimado el
telescopio, apriete los tornillos Phillips hasta que note una ligera resistencia. No apriete demasiado.
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