Profundidades
ADVERTENCIA:
s de la labranza, póngase en
contacto con la compañía
telefónica o de servicios y
pregunte si se usa
equipamiento o líneas
subterráneas en su terreno. No
realice labranza cerca de cables
eléctricos, líneas telefónicas,
caños o mangueras
enterrados.
• Al realizar tareas de labranza (rompiendo la superficie de suelo alrededor de las plantas para destruir las malezas, vea la Fig. 4-9), ajuste los dientes
para cavar únicamente a una profundidad de 1" a 2". El uso de profundidades de labranza menos pronunciadas ayuda a evitar lesiones a las plantas
cuyas raíces a menudo crecen cerca de la superficie. Si es necesario, levante las barras de control ligeramente para evitar que los dientes caven
demasiado profundo. (La labranza regular no sólo elimina malezas, sino que además afloja y airea el suelo para mejor absorción de la humedad y
crecimiento más rápido de las plantas). Si se riega el área del jardín unos cuantos días antes de la labranza se facilitará esta tarea; también se
contribuye permitiendo al suelo recién trabajado asentarse por uno o dos días antes de la pasada final, profunda, de la cultivadora.
Elección de las velocidades correctas de
las ruedas y los dientes
Ajuste la palanca del regulador del motor a una velocidad que dé al motor adecuada potencia y que, al mismo tiempo, opere a la velocidad más lenta
posible... por lo menos hasta que haya alcanzado la máxima profundidad de labranza que desee. Al realizar las pasadas finales a través del lecho de
siembra o al realizar la labranza tal vez sea deseable utilizar velocidades más rápidas del motor. La selección de la velocidad correcta del motor, en
relación con la profundidad de labranza, asegurará un nivel de potencia suficiente para hacer la tarea sin someter al motor a excesiva exigencia.
Deje que la cultivadora haga el trabajo
Mientras realiza la labranza, distiéndase y deje
que las ruedas conduzcan la cultivadora
mientras los dientes hacen el cavado. Camine
del lado que aún no está terminado (para evitar
dejar huellas de pisadas en el suelo recién
labrado) y sostenga la barra de control
ligeramente pero con firmeza, con una sola
mano.
Preparación de los lechos de siembra
• Al preparar el lecho de siembra, recorra la misma senda dos veces en la primera hilera,
luego traslape la mitad del ancho de la cultivadora en el resto de las pasadas (vea la Fig.
6). Cuando termine en una dirección, realice una segunda pasada en ángulo recto, según
se muestra en la Fig. 4-7. Traslape cada pasada para obtener mejores resultados (en
terreno muy duro, puede ser necesario realizar tres o cuatro pasadas para pulverizar el
suelo a fondo).
• Si las dimensiones del jardín no
permiten la labranza en sentido
longitudinal y luego en sentido
transversal, entonces traslape las
primeras pasadas por la mitad del ancho
de la cultivadora, continuando con
sucesivas pasadas a un cuarto del ancho
(ver Fig. 4-8).
SUGERENCIAS Y TÉCNICAS PARA LA LABRANZA
• Esta es una cultivadora de "dientes que rotan en sentido contrario" (CRT). A medida que las
ruedas tiran hacia adelante, los dientes rotan hacia atrás. Esto crea una acción de "gancho" de los
dientes que cava en profundidad, arrancando de raíz suelo y malezas. No sobrecargue el motor,
Ante
pero cave lo más profundo posible en cada pasada. En pasadas posteriores, las ruedas pueden
tender a girar en el fango blando. Ayúdelas levantando ligeramente la barra de control (una mano,
la palma hacia arriba, funciona con mucha facilidad).
• Evite la tentación de empujar hacia abajo sobre las barras de control para forzar a la cultivadora a
cavar más profundo. Esto quita peso a las ruedas con potencia, haciéndoles perder tracción. Sin
las ruedas para retener la cultivadora, los dientes intentarán propulsar la cultivadora hacia atrás,
hacia el operador. (Algunas veces una leve presión hacia abajo sobre las barras de control ayudará
a atravesar un sector de tierra o suelo no fracturado particularmente duro, pero en la mayoría de
los casos no es necesario).
Con experiencia, podrá encontrar la combinación de profundidad y velocidad de labranza
más adecuada a las necesidades de su jardín.
Evite dejar huellas
En lo posible, camine del lado de la unidad por
donde el suelo aún no ha sido labrado, para
evitar dejar huellas de pisadas en el suelo recién
labrado o cultivado. Las huellas de pisadas
hacen que el suelo se compacte y pueden
impedir la penetración de las raíces y contribuir
a la erosión del suelo. También pueden "plantar"
semillas de malezas no deseadas en el suelo
recién labrado.
1
3
Fig. 4-8
La labranza de suelo húmedo a menudo da
como resultado grandes terrones de suelo duro
que pueden interferir con la plantación. Si el
tiempo lo hace posible, espere un día o dos
después de lluvias intensas para permitir que el
suelo se seque antes de realizar la labranza.
Haga una pelota con un poco de suelo para
probar el estado del mismo. Si se comprime
con demasiada facilidad, está demasiado
húmedo para la labranza.
Fig. 4-6
Labranza
Si realiza la planificación,
podrá
dejar
espacio
entre las hileras para cultivar
2
(vea la Fig. 4-9). Deje
espacio para el ancho
de la cubierta, más suficiente
espacio
crecimiento futuro
de las plantas.
14
Evite realizar la labranza sobre
suelo saturado, húmedo
Fig. 4-7
suficiente
Fig. 4-9
adicional
para