Ajuste de la altura de la manija
La manija debe ajustarse para que cuando la cultivadora esté
labrando a una profundidad de 3-4" en el suelo, la manija se
encuentre aproximadamente a la altura de la cintura. Para ajustar
la manija, simplemente afloje la varilla de ajuste de la manivela,
mueva la manija a la altura deseada y vuelva a ajustar la varilla de
ajuste. Vea la Fig. 5-3.
Figura 5-3
Sugerencias y técnicas para la labranza
La profundidad de la labranza
¡ADVERTENCIA!
contacto con la compañía telefónica o de servicios y
pregunte si se encuentra equipamiento o líneas
subterráneas en su terreno. No realice labranza cerca
de donde hay cables eléctricos, líneas telefónicas,
caños o mangueras enterrados.
•
Esta es una cultivadora de "dientes que rotan en sentido
contrario" (CRT). A medida que las ruedas tiran hacia
adelante, los dientes rotan hacia atrás. Esto crea una acción
de "gancho" de los dientes que cava en profundidad,
arrancando de raíz suelo y malezas. No sobrecargue el
motor, pero cave lo más profundo posible en cada pasada.
En pasadas posteriores, las ruedas pueden tender a girar en
el fango blando. Ayúdelas levantando ligeramente la barra
de control (una mano, la palma hacia arriba, funciona con
mucha facilidad).
•
Evite la tentación de empujar hacia abajo sobre las
barras de control para forzar a la cultivadora a cavar más
profundo. Esto quita peso a las ruedas con potencia,
haciéndoles perder tracción. Sin las ruedas para retener la
cultivadora, los dientes intentarán propulsar la cultivadora
hacia atrás, hacia el operador.
Antes de la labranza, póngase en
•
Al realizar tareas de labranza (rompiendo la superficie de
suelo alrededor de las plantas para destruir las malezas,
vea la Fig. 5-4), ajuste los dientes para cavar únicamente a
una profundidad de 1" a 2". La labranza a poca profundidad
ayuda a evitar lesiones a las plantas cuyas raíces a menudo
crecen cerca de la superficie. Si es necesario, levante las
barras de control ligeramente para evitar que los dientes
caven demasiado profundo. (La labranza regular no
sólo elimina malezas, sino que además afloja y airea el
suelo para mejor absorción de la humedad y crecimiento
más rápido de las plantas). Si se riega el área del jardín
unos cuantos días antes de la labranza se facilitará esta
tarea; también se contribuye permitiendo al suelo recién
trabajado asentarse por uno o dos días antes de la pasada
final, profunda, de la cultivadora.
Figura 5-4
Elección de las velocidades correctas de las ruedas y los dientes
Con experiencia, podrá encontrar la combinación de profundidad y
velocidad de labranza más adecuada a las necesidades de su jardín.
Ajuste la palanca del regulador del motor a una velocidad que dé
al motor adecuada potencia y que al mismo tiempo le permita
funcionar a la menor velocidad posible hasta que haya alcanzado
la máxima profundidad de labranza deseada. Al realizar las pasadas
finales a través del lecho de siembra o al realizar la labranza tal
vez sea deseable utilizar velocidades más rápidas del motor. La
selección de la velocidad correcta del motor, en relación con la
profundidad de labranza, asegurará un nivel de potencia suficiente
para hacer la tarea sin someter al motor a excesiva exigencia.
S
5— F
ección
uncionamiento
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