NOTAS SOBRE LA REHIDRATACIÓN
Durante el proceso de secado, se elimina la humedad de los alimentos. Al
rehidratar, se reemplaza la humedad faltante hasta que se restablece la humedad
original. Aunque la fruta seca puede consumirse en su estado seco, siempre se
puede rehidratar antes de utilizarla. Para ello, siga los siguientes consejos.
Añadir agua
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Si desea utilizar frutas y verduras secas picadas para hornear galletas y
bizcochos, no es necesario rehidratarlas. Si todavía lo encuentran demasiado
seco, humedezca una taza (200 ml) de fruta seca con 1 cucharada de agua.
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Si desea utilizar frutas y verduras deshidratadas para suflés, tartas, panes
rápidos, pasteles o mezclas para hornear, utilice 2 partes de agua y 3 partes
de frutas deshidratadas.
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Si las frutas y verduras se cocinan en líquidos, como las conservas o compotas
de verduras, utilice 1-1½ partes de agua por 1 parte de fruta seca.
Otros métodos de rehidratación
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Al exprimir los alimentos rehidratados, guarde el exceso de agua. El residuo
contiene valiosos nutrientes. Congele el líquido y utilícelo en sopas, para
curaciones de frutas, tartas o compotas.
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Si se utilizan verduras secas para las sopas, no es necesario rehidratarlas
primero. Añade las verduras secas 1 hora antes de que la sopa esté lista. No
añada especias, sal, cubitos de caldo o salsa de tomate hasta que las verduras
estén rehidratadas y cocidas, ya que estos ingredientes pueden interferir con
la rehidratación.
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Algunos alimentos tardan más en rehidratarse que otros. Las zanahorias y
las judías suelen tardar más que los guisantes o las patatas. Por lo general,
cuanto más tarda un alimento en secarse, más tarda en rehidratarse.
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No utilice más agua de la necesaria para la rehidratación o se eliminarán
nutrientes importantes. Coloque los alimentos deshidratados en un recipiente
y vierta sólo el agua suficiente para cubrirlos. Si se necesita más líquido para
la rehidratación, vierta un poco de líquido más tarde.
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