Lava tu filtro
Para que tu máquina te dé siempre el mejor
rendimiento, es importante que limpies
regularmente los filtros y revises si tiene bloqueos.
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Retira el filtro girándolo hacia la
izquierda. Jálalo suavemente para
separarlo de la máquina.
Golpea suavemente el filtro para
eliminar el exceso de polvo y
residuos antes de lavarlo.
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Lava el filtro únicamente con agua
fría.
Lava primero el componente de
papel plisado del filtro: coloca el
filtro en el chorro del agua fría de
modo que corra sobre el papel
plisado y que el componente de
espuma mire hacia abajo.
La pantalla LCD te avisará cuando tengas que
lavar el filtro. Te recomendamos que laves el filtro
al menos una vez al mes o cuando tu máquina te
avise.
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Ahora lava el componente de
espuma del filtro: coloca el filtro
en el chorro del agua fría con el
componente de espuma hacia
abajo de modo que el agua sucia
no contamine el componente de
papel plisado. Deja correr el agua
fría por el interior y el exterior del
componente de espuma y apriétala
suavemente para expulsar la
suciedad.
Vuelve a lavar ambas partes del
filtro hasta que el agua salga
limpia.
Agita suavemente el filtro para
eliminar el exceso de agua y
déjalo escurrir con el extremo del
componente de espuma hacia
arriba.
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Deja que el filtro se seque
completamente en un entorno seco
y con buena circulación de aire,
durante un mínimo de 24 horas.
Comprueba que la unidad del filtro
esté completamente seca.
Para volver a instalar el filtro,
colócalo en la estructura de la
aspiradora y gíralo hacia la derecha
hasta que se fije en su lugar.
Es posible que el filtro tenga que
lavarse con más frecuencia si
aspira polvo fino o si se utiliza
principalmente en modo Boost.
No metas ninguna pieza de la
máquina en el lavaplatos, la
lavadora, la secadora, el horno o el
microondas, ni las pongas cerca de
una flama abierta.