Al fresar ranuras en todo tipo de madera, si se usa la fresa recta
del tamaño máximo (¼ pulg.), se fresa a la profundidad de corte
máxima [3,2 mm (1/8 pulg.)], o la pieza de trabajo es dura de
cortar, debe ser muy lenta la velocidad correcta de avance.
Un corte a contrahilo requiere un paso más lento que un corte
idéntico al hilo en la misma pieza de trabajo.
No hay reglas fijas. A base de práctica y uso se aprende la
velocidad de avance adecuada.
AVANCE FORZADO
Vea la figura 9, page 11.
La recortadora es una herramienta de velocidad sumamente
elevada (29 000 rev/min), y efectúa cortes limpios y uniformes
si se le permite funcionar libremente sin la sobrecarga de un
avance forzado. Tres factores que causan un "avance forzado"
son el tamaño de la fresa, la profundidad de corte y las
características de la pieza de trabajo. Cuanto más grande es la
fresa o más profundo el corte, mayor será la lentitud de avance
de la recortadora. Si la madera es muy dura, nudosa, gomosa
o húmeda, debe bajarse la velocidad de la operación aún más.
Un recortado y un moldurado de cantos limpio y uniforme
únicamente se logra cuando la fresa gira a velocidades
relativamente altas y corta trozos muy pequeños para
producir partículas minúsculas y bien cortadas. Si se fuerza la
recortadora a avanzar con demasiada rapidez, la velocidad de
giro de la fresa será menor que la normal en relación con su
movimiento de avance. Como resultado, la fresa debe cortar
trozos más grandes al girar. Trozos más grandes significan
virutas más grandes y un acabado más áspero. Debido a que
los corte más grandes requieren más potencia, el motor podría
sobrecalentarse y podría acortarse la vida de servicio de la pila.
En condiciones de avance sumamente forzado, la velocidad
relativa de la fresa puede reducirse tanto – y los trozos que
tiene que cortar son tan grandes – que las virutas se arrancan
parcialmente en vez de cortarse completamente. Esto causa
astillamientos y marcas en la pieza de trabajo, y probablemente
dañe la herramienta.
AVANCE DEMASIADO LENTO
Vea la figura 9, página 11.
Al avanzar la recortadora muy lentamente hacia la pieza de
trabajo, al girar la fresa no penetrará en la madera con la
rapidez suficiente para cortar apropiadamente; en vez de ello,
raspa partículas de aserrín. El raspado produce calor, lo cual
puede cristalizar, quemar o estropear el corte y puede calentar
excesivamente la fresa. Las fresas desafiladas también pueden
contribuir a las raspaduras y quemaduras.
FUNCIONAMIENTO
Cuando la fresa está raspando en vez de cortar, se dificulta más
controlar la recortadora. Cuando el motor está prácticamente
sin carga alguna, la fresa gira casi a la velocidad máxima, y
tiene una tendencia, mucho mayor que la normal, para rebotar
de los lados del corte, especialmente si la madera tiene fibras
pronunciadas con áreas duras y blandas. El corte producido
puede tener lados ondulados en vez de ser rectos.
PROFUNDIDAD DEL CORTE
Vea la figura 10, página 11.
Si la profundidad de corte deseada es mayor de la que
puede cortarse en una sola pasada, efectúe los cortes en
dos o más pasadas. No corte más de 3,2 mm (1/8 pulg.) en
una sola pasada. Una profundidad de corte excesiva puede
producir una pérdida de control y posibles lesiones serias.
La profundidad de corte afecta la velocidad de avance y la
calidad del corte. Usando la profundidad de corte adecuada
puede aminorarse la posibilidad de dañar el motor de la re-
cortadora y la fresa.
Un corte más profundo requiere una velocidad de corte más
lenta que un corte menos profundo. No se recomienda efectuar
un corte tan profundo que disminuya la velocidad de avance de
manera que la fresa esté raspando en lugar de cortar.
Un corte demasiado profundo puede causar el rompimiento de
las fresas pequeñas. Las fresas de 1/16 pulg. de diámetro se
rompen fácilmente cuando se someten a un empuje lateral muy
fuerte. Una fresa grande quizá no se rompa, pero si se intenta
un corte demasiado profundo, puede resultar un corte áspero,
y podría ser muy difícil guiar y controlar la fresa como se desee.
Se recomienda no exceder profundidades de corte mayores de
3,2 mm (1/8 pulg.) por pasada, independientemente del tamaño
de la fresa o de la suavidad o estado de la pieza de trabajo. Así
se produce un corte de mayor calidad.
Para efectuar cortes más profundos, es necesario efectuar
tantas pasadas sucesivas cuantas se requieran, bajando la
fresa 3,2 mm (1/8 pulg.) en cada nueva pasada. Con el fin de
ahorrar tiempo, realice todos los cortes necesarios a la misma
profundidad, y después baje la fresa para la pasada siguiente.
Así se asegura también una profundidad uniforme al terminar
la pasada final.
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