Información práctica
emisiones no afectan al funcionamiento del
vehículo ni al medio ambiente.
Vehículo nuevo
Durante las primeras operaciones de
regeneración del filtro de partículas, puede
que note un cierto olor a quemado. Este
hecho es completamente normal.
Caja de cambios automática
La caja de cambios no requiere
mantenimiento (no es necesario cambiar
el aceite).
Freno de estacionamiento
eléctrico
Este sistema no requiere ningún control
específico. No obstante, en caso de
problemas, lleve a comprobar el sistema a la red
PEUGEOT o a un taller cualificado.
Para más información relativa al Freno
de estacionamiento eléctrico, consulte
el apartado correspondiente.
Pastillas de freno
El desgaste de los frenos depende del
estilo de conducción, especialmente en
los vehículos utilizados en ciudad y para
recorridos cortos. Posiblemente sea necesario
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controlar el estado de los frenos incluso entre las
revisiones del vehículo.
Si no hay fuga en el circuito, una bajada del nivel
del líquido de frenos indica un desgaste de las
pastillas de freno.
Después de lavar el vehículo, la
humedad o, en invierno, el hielo que se
pueda formar en los discos y las pastillas de
freno pueden disminuir la eficacia de la
frenada. Aplique suavemente los frenos
varias veces para secar y deshelar los frenos.
Desgaste de los discos de
freno
Para información relativa a la
comprobación del grado de desgaste de
los discos de freno, consulte con la red
PEUGEOT o con un taller cualificado.
Ruedas y neumáticos
La presión de inflado de todos los
neumáticos, incluido el de repuesto, debe
hacerse con neumáticos fríos.
Las presiones que figuran en la etiqueta de
presión de los neumáticos son las indicadas
para neumáticos fríos. Si ha circulado más de
10 minutos o más de 10 kilómetros a más de
50 km/h, añada 0,3 bares a los valores indicados
en la etiqueta.
Un inflado insuficiente aumenta el
consumo de carburante. La no
conformidad de la presión de los neumáticos
puede dar lugar a que estos se desgasten de
forma prematura y repercutir negativamente
en la adherencia del vehículo a la carretera,
lo que plantea riesgos de accidente.
La conducción con los neumáticos gastados o
dañados reduce la eficacia de los frenos y el
rendimiento del agarre del vehículo sobre el
firme. Compruebe periódicamente el estado de
los neumáticos (banda de rodadura y flancos) y
las llantas, así como la presencia de las tapas
de las válvulas.
Cuando los indicadores de desgaste no
aparecen hundidos en la talla del neumático,
la profundidad de las ranuras es de menos
de 1,6 mm y es imprescindible reemplazar los
neumáticos lo antes posible.
El uso de llantas y neumáticos de tamaño
distinto a los especificados puede afectar a la
vida útil de los neumáticos, el giro de las ruedas,
la distancia al suelo, la lectura del velocímetro y
tener un efecto negativo de la adherencia sobre
la calzada.
El montaje de neumáticos distintos en los
ejes delantero y trasero puede provocar una
sincronización incorrecta del ESC.
Señale siempre el sentido de giro en los
neumáticos almacenados al sustituirlos por los
de verano o de invierno. Guárdelos en un lugar
fresco y seco alejado de la exposición directa a
los rayos solares.