EL CLORO
Normas legales
Las disposiciones sanitarias españolas vigentes determinan que el contenido de CLORO LIBRE en el agua de las piscinas
debe estar comprendido entre 0,20 a 0,60 miligramos por litro. (También se dice -es lo mismo- que el contenido de CLORO
LIBRE es de 0,2 a 0,6 ppm. -partes por millón-).
Qué se entiende por cloro libre o residual
En el agua aún después de filtrada, existen una serie de enemigos invisibles que es preciso destruir.
Para esta destrucción se necesita una cantidad determinada de cloro que actuará bajo la forma de ácido hipocloroso. El que
se añade por encima de esa cantidad, es decir por encima del necesario para destruir las bacterias y oxidar la materia
orgánica, queda libre en el agua bajo la forma de ACIDO HIPOCLOROSO en espera de actuar contra cualquier enemigo.
Este cloro que queda en el agua en espera de actuar se denomina CLORO LIBRE O RESIDUAL.
LA FILTRACIÓN
La filtración, es sólo una parte del trabajo a realizar para mantener limpia una piscina y además inseparable del tratamiento
químico, ya que la una sin la otra por sí solas no consiguen el fin buscado. Con esto queremos indicar que sólo con el filtro
no se conseguirá nada si no va acompañado de un buen tratamiento químico.
Está muy generalizada la idea al adquirir una instalación que la máquina lo hará todo, hasta el punto de que ésta la
llamamos "depurador" cuando verdaderamente es sólo un filtro, y la depuración consiste en una perfecta conjunción de los
dos tratamientos, el químico y el físico.
PRINCIPIOS DE FUNCIONAMENTO
(6) retorno
limpiafondos
(2) skimmer
(5) filtro
válvula selectora
(1) sumidero
(4) bomba
(3) válvulas
El agua se aspira del fondo de la piscina a través del sumidero (1) y de la superficie por medio de los skimmers (2),
llegando a través de la bomba (4) al filtro (5) por conducciones separadas provistas de sus correspondientes válvulas (3) y
retornándolo a la piscina a través de unos distribuidores (6, boquillas de impulsión). Las boquillas van instaladas en el lado
opuesto del sumidero y skimmers, proporcionando de esta manera una renovación total del agua de la piscina.
El filtro propiamente dicho lo compone la carga de arena sílica a través de la cual se hace circular el agua en sentido
descendente, reteniendo entre ella las materias en suspensión del agua a filtrar.
Una vez iniciado el ciclo de filtración y al cabo de cierto tiempo será preciso lavar el filtro, ya que la arena se habrá
obstruido con la suciedad, impidiendo el paso del agua.
Cuando la presión en el filtro se ha incrementado de 0,5 Kg./cm² o más respecto a la presión inicial, significa que es la
hora de un lavado.
Con el lavado a contra-corriente se consigue invertir el sentido de circulación del agua en el filtro y con ello se expulsa al
desagüe las materias filtradas.
Teniendo presente estos datos importantes, las instrucciones de manejo que a continuación se detallan no deben de ofrecer
dificultad para su aplicación.