4
EL AGUA EN LAS
INSTALACIONES DE
CALEFACCIÓN
PREMISA
El tratamiento del agua de la instalación es una CONDI-
CIÓN NECESARIA para el correcto funcionamiento y la
garantía de duración a lo largo el tiempo del generador de
calor y de todos los componentes de la instalación. Esto
es válido no solo al operar en instalaciones existentes sino
también para nuevas instalaciones.
Los lodos, la cal y los contaminantes presentes en el agua
pueden provocar un daño irreversible al generador de ca-
lor, incluso en breve tiempo e independientemente de la
calidad de los materiales usados.
Para más información sobre el tipo y empleo de los aditi-
vos, consultar el Centro técnico de asistencia.
b
Ceñirse a las disposiciones legislativas vigentes en
el país de la instalación.
EL AGUA EN LAS INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN.
INDICACIONES PARA EL DISEÑO, INSTALACIÓN Y
GESTIÓN DE LAS INSTALACIONES TÉRMICAS.
1. Características químico-físicas
Las características químico-físicas del agua deben cumplir
con la norma europea EN 14868 y con las tablas indicadas
a continuación:
GENERADORES DE ACERO
con Potencia Nominal < 150 kW
56
ph
Dureza
Conductividad
eléctrica
Cloruros
Sulfuros
Nitruros
Hierro
GENERADORES DE ACERO
con Potencia Nominal > 150 kW
ph
Dureza
Conductividad
eléctrica
Cloruros
Sulfuros
Nitruros
Hierro
(*) valores del agua de la instalación tras 8 semanas de
funcionamiento
Agua para
el primer
cionamiento (*)
llenado
6-8
°fH
< 10°
μs/cm
mg/l
mg/l
mg/l
mg/l
Agua para
el primer
cionamiento (*)
llenado
6-8
°fH
< 5°
μs/cm
mg/l
mg/l
mg/l
mg/l
Nota general para el agua de relleno:
- si se emplea agua descalcificada es obligatorio com-
probar de nuevo, trascurridas 8 semanas después
del rellenado, que se cumplan los límites para el
agua en funcionamiento normal y, en especial modo,
la conductividad eléctrica.
- si se emplea agua desmineralizada, no es necesario
efectuar controles.
2. Las instalaciones de calefacción
b
Los eventuales rellenados no deben efectuarse uti-
lizando un sistema de carga automática sino que
deben realizarse a mano y deberán anotarse en la
libreta principal.
b
En el caso de que haya varias calderas, en el primer
periodo de funcionamiento se deben poner en mar-
cha todas contemporáneamente o bien, con un tiem-
po de rotación muy bajo a fin de distribuir de forma
homogénea el pequeño depósito inicial de cal.
b
Tras haber terminado la realización de la instalación,
poner en marcha un ciclo de lavado para eliminar de
la instalación los eventuales residuos de elaboración.
b
El agua de llenado y el eventual agua de relleno de
la instalación deberán filtrase siempre (filtros con red
sintética o metálica con capacidad de filtración no
inferior a 50 micron) para evitar depósitos que pue-
dan provocar el fenómeno de corrosión subyacente.
b
Antes de llenar las instalaciones ya existentes, es
necesario limpiar y lavar a la perfección el sistema
de calefacción. La caldera se podrá llenar solo tras
haber lavado el sistema de calefacción.
Agua de fun-
2.1 Nuevas instalaciones de calefacción
El primer llenado de la instalación debe realizarse lenta-
7,5-9,5
mente; tras haberla llenado y purgado, no debería ser ne-
< 10°
cesario volver a llenarla.
< 150
Durante el primer encendido, la instalación debe alcanzar
la máxima temperatura de ejercicio para facilitar el purga-
< 20
do (una temperatura demasiado baja impide la salida de
< 20
los gases).
< 20
< 0,5
2.2 Recalificación de viejas instalaciones de calefac-
ción
En caso de sustitución de la caldera, si en las instalacio-
nes existentes la calidad del agua está conforme con las
prescripciones, no se aconseja rellenarla. Si la calidad del
Agua de fun-
agua no estuviese conforme con las prescripciones, se re-
comienda reacondicionar el agua o bien separar los siste-
7,5-9,5
mas (en el circuito de la caldera hay que cumplir con los
requisitos de calidad del agua).
< 5°
< 100
3. Corrosión
< 10
3.1 Corrosión subyacente
< 10
La corrosión por depósitos subyacentes es un fenómeno
< 10
electroquímico, debido a la presencia de arena, oxido, etc.
< 0,5
dentro de la masa de agua. Estas sustancias sólidas se
depositan generalmente en el fondo de la caldera (lodos),
en los extremos de las tuberías y en los resquicios de las
tuberías.
En estos puntos pueden iniciar los fenómenos de micro-
corrosión a causa de la diferencia de potencial electroquí-
mico que se produce entre el material en contacto con la
impureza y el adyacente.