3.2.10 Instalación hidráulica
La instalación hidráulica se debe
equipar con todos los elementos
de seguridad y de control previstos
por las normas vigentes (válvula
de seguridad, presóstato agua, vál-
vula de descarga térmica, manó-
metro, etc.).
Montar sobre la expresa unión
(véase fig. 4, 5 y 6) o sobre la tube-
ría de envío dentro de los 0,5
metros de la brida de partida del
envío, una válvula de seguridad
dimensionada para la capacidad de
la caldera y en conformidad con las
normativas locales vigentes.
Se recuerda que está prohibido inter-
poner entre la caldera y la válvula de
seguridad, cualquier tipo de intercepta-
ción y se recomienda utilizar válvulas
reguladas para intervención no mayor
de la presión máxima de trabajo per-
mitida (5 bar; 6 bar para TAURUS S).
Las calderas TAURUS son aptas para
funcionamiento con circulación de
agua forzada, tanto con vaso de
expansión abierto como cerrado.
La instalación de un vaso de expan-
sión es siempre necesaria para com-
pensar el aumento de volumen del
agua debido a la calefacción.
En el caso de vaso de expansión abier-
to, la altura de la columna hidrostática
tendrá que ser igual al menos a 3
metros sobre el punto más alto de la
instalación y el vaso tendrá que tener
una tal capacidad de contener, entre el
nivel del agua en el vaso y el tubo de
rebosadero, el aumento de volumen de
toda el agua de la instalación.
Son preferibles vasos altos y estre-
chos para exponer el contacto con el
aire la menor superficie de agua posi-
ble, reduciendo de tal manera la eva-
poración del agua.
En el caso de vaso de expansión cer-
rado, la capacidad se debe calcular
teniendo en cuenta:
- Volumen total del agua contenida en
la instalación.
- Presión máxima de trabajo de la
instalación.
- Presión máxima de trabajo del vaso
de expansión.
- Presión de precarga inicial del vaso
fig. 14
de expansión.
- Temperatura máxima de trabajo de
la caldera (la temperatura máxima del
termostato montado en el panel es de
90°C; a la finalidad de este cálculo se
aconseja considerar 100°C).
La tubería de expansión empalma el
vaso de expansión con la instalación.
Esta tubería, que partirá de la expresa
unión, no tendrá que tener ninguna
válvula de interceptación.
ATENCIÓN
Antes de empalmar la caldera a la
instalación de calefacción es necesa-
rio proceder a una esmerada limpieza
de las tuberías con el fin de eliminar
residuos metálicos de elaboración y
de soldadura, de aceite y de grasas
que podrían estar presentes y que, lle-
gando hasta la caldera, podrían
dañarla o alterar su funcionamiento.
Atención: No utilizar disolventes
que podrían dañar a los compo-
nentes.
El envío y el retorno de la calefacción
deben ser empalmados a los respec-
tivos racores de la caldera, cuyas
dimensiones están consignadas en
las fig. 3, 4, 5 y 6.
En el curso del empalme hidráulico
no crear esfuerzos mecánicos sobre
las bridas de la caldera.
La caldera no está construida para
sostener las tuberías de la instala-
ción hidráulica: realizar por lo tanto
expresos soportes.
Para el llenado y la descarga de la cal-
dera se puede utilizar el racor expreso
(véase fig.3, 4, 5 y 6).
Cualquier instalación necesita de nue-
vas entradas de agua a causa de la
evaporación, de modestas o consi-
stentes pérdidas o por intervenciones
de mantenimiento.
Es por lo tanto necesario evaluar la
entidad de la reintegración.
A este objeto se aconseja prever en
las tuberías de reintegración de un
cuentalitros para pequeños caudales.
Las características químico-fisicas del
agua de la instalación y de reintegra-
ción, son fundamentales para el buen
funcionamiento y la seguridad de la
caldera.
Entre los inconvenientes causados
por la mala calidad del agua de ali-
mentación, el más grave y el más fre-
cuente es la incrustación de las super-
ficies de intercambio térmico.
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