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En resumen, no tenemos la información suficiente como para
asegurarle al público de que hay, o no, un índice bajo de problemas
asociados con el uso del teléfono móvil. El FDA continúa trabajando
con todas las partes, incluyendo otras agencias federales y la
industria, para asegurarse que se lleve a cabo una investigación que
nos pueda suministrar las informaciones y respuestas necesarias sobre
la seguridad en el uso de los teléfonos móviles.
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Ha sido diagnosticado cáncer en el cerebro en algunas personas que
han usado teléfonos móviles. Pero es importante entender que este
tipo de cáncer también es encontrado en personas que no han usado
teléfonos móviles. En efecto, en la población de los Estados Unidos
hay una proporción de 6 nuevos casos de cáncer cerebral por cada
100,000 personas por año. Tomando como base esta proporción,
suponiendo que haya 80 millones de usuarios de teléfonos móviles
(el número aumenta a razón de 1 millón por mes), sería posible
suponer que habría alrededor de 4800 casos de cáncer en el cerebro
entre estos 80 millones de personas, usen o no sus teléfonos. Thus it
is not possible to tell whether any individual's cancer arose because of
the phone, or whether it would have happened anyway. Una
cuestión clave es, si el riesgo de tener una forma de cáncer en
particular es mayor entre las personas que usan teléfono móvil que
entre el resto de la población. Una de las formas para responder esta
pregunta es comparar el uso de teléfonos móviles por personas con
cáncer en el cerebro con igual cantidad de personas que usan
teléfono móvil y no tienen cáncer en el cerebro. Esto es llamado de
estudio de caso controlado.
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El estudio de caso controlado actúa sobre cáncer en el cerebro que se
está efectuando en el Instituto Nacional del Cáncer, como así
también la investigación patrocinada por la industria, comenzarán a
generar este tipo de información.
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En virtud de la ley, el FDA no examina, como lo hace con remedios y
dispositivos médicos nuevos, antes de su entrada en el mercado, la
seguridad de los productos para el consumidor que emitan radiación,
tales como los teléfonos móviles. Sin embargo, la agencia tiene la
autoridad de actuar si se demuestra que la emisión de radiación de
los teléfonos móviles es peligrosa para los usuarios. En este caso, la
FDA puede exigir que el fabricante de los teléfonos móviles notifique
el usuario sobre los peligros a la salud, como así también reparar,
reemplazar y cambiar los teléfonos para evitar que este peligro
continúe existiendo.
No obstante los datos científicos no justifiquen por el momento la
reglamentación por parte del FDA, el FDA ha estimulado a la
industria de telefonía móvil para tomar una serie de medidas para
asegurar la seguridad pública. Esta agencia ha recomendado que la
industria:
• apoye la investigación necesaria sobre los posibles efectos
biológicos del tipo de RF emitido por los teléfonos celulares;
• Proyectar los teléfonos móviles para minimizar la exposición del
usuario a la RF que no sean necesarias para el funcionamiento
del dispositivo; y
• cooperar en suministrar al usuario toda la información posible
sobre lo que se conozca en lo pertinente a los posibles efectos del
uso del teléfono móvil en la salud humana.
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