El Instituto Nacional de la Salud también participa en algunas actividades
de trabajo grupal entre agencias.
La FDA comparte las responsabilidades de regulación de los teléfonos
inalámbricos con la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Todos
los teléfonos que se venden en los Estados Unidos deben cumplir con las
pautas de seguridad de la FCC que limitan la exposición a la RF. La FCC
depende de la FDA y de otros organismos de la salud para responder a
las preguntas sobre la seguridad de los teléfonos inalámbricos.
La FCC también regula las estaciones base que dependen de las redes
de teléfonos inalámbricos. Aunque estas estaciones base operan a una
potencia mayor que los teléfonos inalámbricos, la RF a la que están
expuestas las personas que allí trabajan normalmente son menores que
aquellas que reciben de los teléfonos inalámbricos. De este modo, las
estaciones base no son el tema principal de las preguntas sobre
seguridad que se tratan en este documento.
¿Qué está haciendo la FDA para averiguar más
acerca de los efectos que la RF de los teléfonos
inalámbricos podría tener en la salud?
La FDA trabaja con el Programa Nacional de Toxicología de los Estados
Unidos y con grupos de investigadores de todo el mundo para asegurar
que se realicen estudios en animales de alta prioridad que permitan
responder importantes preguntas acerca de los efectos de la exposición
a la energía de radiofrecuencia (RF).
La FDA ha sido uno de los principales participantes del Proyecto de
Campos Electromagnéticos Internacional (EMF, por sus siglas en inglés)
de la Organización Mundial de la Salud desde sus inicios en 1996. Un
resultado influyente de este trabajo ha sido el desarrollo de un detallado
programa de necesidades de investigación que ha generado nuevos
programas de investigación en todo el mundo. El Proyecto también ha
ayudado a desarrollar una serie de documentos de información pública
acerca de los temas de EMF.
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