La forma más sencilla de calcularlo es apoyando la hélice sobre una arista vertical,
por ejemplo la otra hélice sujetada sobre la mesa, comenzamos como primera
aproximación por el centro y vamos moviendo la pala hasta que quede en equilibrio,
este es el centro de gravedad y lo marcaremos con un rotulador, con la otra pala
haremos lo mismo.
2. Equilibrado del peso
Ahora que ya conocemos el centro de gravedad podremos equilibrar las palas
añadiendo peso en el centro de gravedad de la pala más ligera. La forma más sencilla
de realizarlo es uniendo ambas hélices con el tornillo del portapalas de forma que
queden alineadas y con el lado de ataque en el mismo sentido. Una vez las tengamos
sujetas de este modo, colocamos un hilo en el centro del tornillo que las une y lo
sujetamos en un sitio firme, como el canto de la mesa, de esta manera tenemos las
palas dispuestas en forma de balanza y equilibrarlas será tan sencillo como conseguir
que estén en posición horizontal.
Para ello añadiremos peso en el centro de gravedad enrollando cinta adhesiva, poco a
poco hasta conseguir el equilibrio.
Durante el ajuste de las palas, si estas no están marcadas una con cinta roja y otra con cinta
azul, procederemos a colocar unas pegatinas o cinta adhesiva de color azul y rojo a unos 2 ó
3 cm de la punta de la hélice para poder distinguirlas durante la siguiente etapa. Aunque el
peso de estas pegatinas es mínimo hay que comprobar que no se han desequilibrado por
ponerlas, o preferiblemente colocarlas antes de realizar todo el equilibrado.
4. Ajuste del cíclico
Normalmente este es un elemento que viene bien ajustado de fábrica, pero que es necesario
saber ajustar ya que en más de una ocasión necesitaremos desmontar el rotor debido a
roturas, ejes doblados o cambios de piezas.
El primer paso es comprobar que los brazos de los servomotores (a partir de ahora servos)
permanecen horizontales en la posición de paso nulo. Para ello procederemos como sigue:
1. Desconectamos el motor y soltamos los tres reenvíos que van al cíclico.
5. Conectamos la emisora, activamos el modo 3D (si, habéis leído bien), y posicionamos el
mando de gas en el centro. En esa posición el paso de las palas es cero, esta es la mejor
forma de asegurar que el paso es cero, puesto que en la curva de vuelo normal quedaría en
un punto intermedio.
6. Si los servos no están en posición horizontal, apagamos el heli, desmontamos los servos,
colocamos los brazos como deben y volvemos a comprobarlo todo
7. Desconectamos el 3D ahora mismo para no tener luego un susto.
Conectamos la emisora, y el helicóptero y comprobamos que todo está en orden, teniendo
cuidado de que la emisora tenga los trimmers de alabeo y cabeceo en el centro y el de gas
abajo del todo. El ajuste de los reenvíos del cíclico hay que llevarlo con cuidado, un pequeño
cambio en su longitud puede suponer un cambio bastante grande en la tendencia que tiene el
helicóptero, por ejemplo, si vemos que nuestro helicóptero tiende a desplazarse hacia atrás,
acortando tan solo una vuelta el reenvío delantero es posible que la tendencia se invierta
totalmente. Los cambios deben de ser de media en media vuelta, no es posible hacer
cambios más pequeños pero incluso, a veces, media vuelta resulta excesivo, en esos casos es
mejor dejarlo como estaba :)
El cíclico debe quedar en posición horizontal si lo miramos de frente y en cuanto a la vista
lateral ligeramente inclinado hacia adelante (tal vez 1º o 2) aunque todo depende del reparto
de pesos de nuestro helicóptero y no podremos nivelarlo realmente hasta que no lo hagamos
volar, de forma que ajustaremos la longitud de cada reenvío para evitar la tendencia del