tando la buena distribución. Es necesario com-
probar con frecuencia su estado, desechando
las que presentan variaciones en más o en me-
nos del 10% del promedio.
Bombas: Es el conjunto que transforma la
energía mecánica del pulverizador en la ener-
gía hidráulica que impulsa el caudal de líquido,
venciendo la resistencia que oponen las tube-
rías, filtros y boquillas, llegando a estas con la
presión adecuada para la aplicación correcta del
producto. Las presiones en el circuito del pro-
ducto, se miden con manómetro y se expresan
en bar (kilogramos por centímetro cuadrado).
Tareas específicas y para
las que no se debe utilizar
La pulverizadora debe utilizarse unicamente
en los fines para las que fue diseñada: pulveriza-
ción de productos químicos.
No debe utilizarse para transporte de cual-
quier tipo de elementos, remolque o cualquier
otro uso no específico.
Responsabilidad del usuario
La pulverizadora autopropulsada PLA, posee
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todos los elementos tecnológicos para con-
seguir una adecuada aplicación del producto,
pero en el momento de la operación, quedan
bajo la responsabilidad del usuario, los siguien-
tes factores:
Preparación del trabajo
1. Asegurarse la disponibilidad adecuada del
producto elegido.
2. Demarcar el lote y determinar las líneas por
donde pasará el equipo.
3. Informarse de la situación meteorológica
que se espera a corto plazo.
4. Seguir atentamente las recomendaciones
que acompañan al producto para poder, en
función del tiempo y del estado de desarro-
llo de las plagas, malezas o enfermedades,
determinar la oportunidad del tratamiento.
5. En la preparación del caldo, calcular con la
mayor exactitud posible la cantidad de pro-
ducto a aplicar, evitando de esta manera,
sobrantes al finalizar el tratamiento.
Deriva por viento
Se denomina deriva a toda gota que no al-
canza el blanco. Las razones pueden ser por
viento, evaporación, ascenso o chorreado.
Para minimizar la deriva, se debe tener en
cuenta los siguientes factores:
1. Buscar un tamaño de gota para que no sea
excesivamente grande como para chorrear,
ni excesivamente pequeña como trasladarse
por el viento, evaporar o ascender. El tama-
ño ideal dependerá de las condiciones me-
teorológicas, del cultivo y blanco.
2. Trabajar con el botalón lo más bajo posible,
sin perjudicar la superposición del asperjado
de las pastillas.
3. Uso de pastillas de baja deriva o asistidas por
aire.
4. Uso del túnel de viento.
5. Trabajar con las presiones recomendadas
por el fabricante.
6. Utilizar coadyuvantes en caso de ser nece-
sario.
7. Evitar trabajos con más de 12 km/h de vien-
to, 55% de HR y 36°C de temperatura, si no
se utilizan técnicas que superen estos efec-
tos adversos.
Fig. 9