Hollis PRISM 2 FMCL Manual De Usuario página 25

¿PUEDO TOCAR LA MEMBRANA DE TEFLÓN CON EL DEDO?
¿CÓMO LIMPIO LOS CONTACTOS DEL SENSOR?
No, no debe tocar la cara del sensor con nada, especialmente con los dedos. Los dedos tienen aceites incluso
cuando están recién lavados, y el aceite obstruye permanentemente la membrana, destruyendo el sensor. Si la sal
se ha secado en la cara del sensor, puede verter suavemente un poco de agua destilada en la membrana y dejar que
se seque al aire. Nunca use ninguna solución de limpieza en la cara del sensor. Puede usar un limpiador de
contacto electrónico como DeoxIT® GOLD GN5 en los pines de contacto, pero úselo con moderación y limpie
todo el limpiador residual antes de usarlo.
¿CUÁL ES LA VIDA ÚTIL ESPERADA DEL SENSOR DE OXÍGENO?
La vida útil de los sensores Hollis (PRISM 2) se calcula como un año a partir de la fecha en que se ponen en
servicio. También hay un "NO USAR DESPUÉS" (fecha). Cualquiera que sea la fecha que llegue primero es el
momento adecuado para interrumpir el uso del sensor. NO intente prolongar la vida útil de los sensores. Hacerlo
puede resultar en una salida de señal incorrecta, errática o nula, lo que puede provocar lesiones graves o la muerte.
¿CUÁL ES LA TEMPERATURA DE ALMACENAMIENTO RECOMENDADA?
Durante una "temporada de buceo" (si existe una para usted), los sensores de oxígeno, cuando se almacenan,
deben mantenerse en un ambiente fresco, ambiental y sin secar para asegurarse de que estén operativos de
inmediato. Si va a almacenar los sensores durante un mes o más, puede colocarlos en un recipiente hermético
en un ambiente refrigerado que se mantenga por encima de 34 ° F/0.1 ° C para asegurarse de que el electrolito
no se congele (consulte "Condiciones ambientales"). Si bien esto no extenderá la vida útil operativa del sensor,
puede reducir la degradación del tiempo de respuesta durante la última parte de su vida útil de 12 meses.
Después del almacenamiento, deberá aclimatar los sensores colocándolos en el aire a temperatura ambiente
durante 24 horas antes de volver a poner los sensores en servicio. La falta de aclimatación de los sensores
después del almacenamiento puede hacer que los sensores lean incorrectamente y posiblemente provocar
lesiones o la muerte.
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