Presión de las manijas
Se puede obtener un mayor control de la profundidad de la
labranza y de la velocidad de recorrido variando la presión sobre
las manijas. La presión hacia abajo sobre las manijas reduce
la profundidad del trabajo y aumenta la velocidad de marcha
directa. La presión hacia arriba sobre las manijas aumenta
la profundidad del trabajo y reduce la velocidad de marcha
directa. El tipo de suelo y las condiciones de trabajo determinan
la configuración real de la estaca de profundidad y la presión
requerida de las manijas.
Transporte y almacenamiento de la cultivadora
Para transportar y almacenar la cultivadora mueva el regulador
a la posición 'stop' (detención). Gire la estaca de profundidad
desde el terreno hacia arriba entre las ruedas. Vea la Figura 5-3.
Uso de la cultivadora
La cultivadora es una máquina diseñada para preparar, labrar,
abrir surcos y abonar los lechos de siembra.
Procedimiento para realizar la labranza
Durante la labranza, deje aproximadamente 8 pulgadas de suelo
sin labrar entre la primera y la segunda sendas de labranza,
luego realice una tercera senda entre la primera y la segunda,
Figura 5-4. En algunos suelos se puede obtener la profundidad
deseada la primera vez que se trabaja en el jardín. En otros
suelos, la profundidad deseada se obtiene pasando dos o tres
veces sobre el terreno del jardín. Las pasadas se deben realizar en
forma alternada a lo largo y a lo ancho del jardín. Las rocas que se
encuentren se deben retirar del área del jardín.
4
5
12
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2
3
1
Figura 5-4
Procedimientos para realizar tareas de labranza
Es deseable una profundidad de dos a tres pulgadas para realizar
la labranza del terreno. El ancho de labranza se puede reducir a
13 pulgadas extrayendo los dientes exteriores completamente
de la cultivadora. Consulte la sección Mantenimiento y ajustes
para leer las instrucciones para retirar los dientes. Cuando trace
las hileras de plantación, asegúrese de dejar un ancho suficiente
para poder cultivar entre las hileras. Cuando cultive maíz o algún
cultivo similar, el control de las hileras de la plantación permitirá
el cultivo transversal y prácticamente eliminará la azada manual.
Vea la Figura 5-5.
Figura 5-5
Otras aplicaciones
La cultivadora tiene muchas aplicaciones además de la de
labranza y cultivo de un jardín. Una de ellas es la preparación
del área para la siembra. La cultivadora preparará un lecho
de siembra profundo que no tendrá puntos duros sin labrar,
permitiendo una mejor afirmación del césped para el
crecimiento. La cultivadora es muy útil para aflojar suelos
duros y prepararlos para su excavación mediante una pala.
No es necesario realizar ninguna tediosa labor manual. La
cultivadora se puede usar para mezclar abono en acopio o para
mezclarla con el suelo del jardín. Esto se debe realizar después
de haber roturado el terreno en la totalidad de la profundidad
de trabajo. El abono se debe trabajar a una profundidad de
seis o siete pulgadas. Esto se puede realizar trabajando a lo
largo del jardín y luego haciendo varias pasadas separadas
transversales. El agregado de materia orgánica descompuesta
aumenta significativamente la fertilidad del jardín. Para una
adecuada acción de descomposición se debe aplicar fertilizante
y se debe trabajar con los materiales de abono. La mezcla de
hojas rotas y paja con varias pulgadas de suelo permite una
adecuada aireación del sistema de raíces de las plantas y retarda
el crecimiento de malezas.