característica IU en función de la temperatura. Además, los antecedentes del acumulador determinan un exceso del voltaje
final de carga durante un período limitado. Las caídas de tensión y la resistencia interior del acumulador se compensan sin
utilizar cables de sensores.
Los consumidores se desconectan automáticamente del acumulador para evitar que la batería se descargue por completo.
En este caso, el procesador registra la capacidad residual a partir de la cual no se puede permitir ningún consumo. Además,
los consumidores se desconectan en caso de sobrecorriente y temperatura excesiva para proteger al regulador de carga, en
caso de sobretensión para proteger a los consumidores y en caso de tensión baja para proteger al acumulador.
La función integrada de carga de compensación, que también se regula en función de la temperatura, sirve para el
mantenimiento regular del acumulador mediante la circulación del electrolito (gaseado controlado) y alarga su vida útil
evitando la nociva estratificación del ácido. Este aumento del voltaje final de carga se orienta al tiempo transcurrido después
de alcanzarse el valor de tensión predeterminado. Transcurrido este tiempo, el controlador vuelve a la carga normal.
Además, la carga de compensación permite acelerar el proceso de carga plena en períodos de mal tiempo o durante el
invierno, porque se necesita sólo una parte de la energía suministrada para el gaseado, mientras que el resto de la energía
puede utilizarse para la carga rápida. Esta función se activa al alcanzarse a un nivel de carga inferior al definido, al haber
transcurrido un período bastante largo después de la última carga de compensación o manualmente.
En una pantalla LC se indican todas las informaciones relevantes sobre el estado de funcionamiento actual. En la primera
línea fija se indican de forma aproximada los parámetros más importantes, mientras que en la segunda se indican con
mayor precisión los parámetros y los estados de funcionamiento, uno tras otro cada tres segundos.
La salida para consumidores está protegida contra sobrecarga. Sin embargo, es muy probable que el regulador de carga se
dañe si los componentes no se conectan a los terminales previstos para ellos (por ej. si se conectan los polos equivocados
de la batería a los terminales del módulo).
3.2 Descripción detallada
3.2.1 Cálculo del SOC
Mediante un nuevo algoritmo, el controlador es capaz de "aprender" la curva característica del acumulador. Al terminarse
esta fase de aprendizaje, que dura varios días, se indica el estado de carga (SOC „state of charge"). Este estado de carga
forma la base de la mayoría de las funciones de regulación y control. Si los componentes del sistema se conectan
directamente a la batería, el estado de carga sólo puede determinarse con la ayuda de shunts SOLARIX opcionales. El
estado de carga siempre se refiere a la capacidad actual, que la batería ya tiene de acuerdo a su vida útil. Así, un SOC del
50% no significa que se puede utilizar sólo la mitad de la capacidad nominal de la batería, sino sólo la mitad de la capacidad
que la batería tiene actualmente.
El estado de carga no depende de la tensión de la batería, sino de la cantidad de energía utilizada. Los reguladores de
carga comerciales suelen determinar un voltaje final de descarga que se corresponde directamente con el grado de
descarga sólo en unos pocos estados de funcionamiento. Al descargar, la densidad nominal del ácido disminuye, y en las
placas de la batería se depositan sulfatos (cristales de sal). En caso de una descarga demasiado grande, sin embargo, este
crecimiento de cristales da como resultado una sulfatación perjudicial, y la capacidad de la batería se ve muy mermada, lo
que hace que la batería se inutilice para almacenar energía. Pero los procedimientos de medición usuales (compensación
Ah, medición de la densidad del ácido) requieren tanto tiempo y son tan costosos que rara vez se han integrado en los
reguladores de carga.
En caso de conectar generadores o consumidores directamente a la batería sin emplear shunts SOLARIX, la determinación
del SOC será incorrecta. Sin embargo, para que la batería siga estando protegida contra una descarga demasiado intensa a
pesar de los valores incorrectos, no se debe bajar por debajo de un determinado nivel de tensión.
3.2.2 Protección contra sobrecargas
La protección contra sobrecarga impide un gaseado incontrolado en las celdas de la batería. La generación de gases
depende de la temperatura del ácido y de la tensión de las celdas. Por eso, el controlador mide la temperatura ambiente
adaptando de manera correspondiente la tensión de la batería. La protección contra sobrecargas, y por consiguiente
también la limitación de la tensión, son independientes del estado de carga de la batería, porque la corrosión electrolítica
depende únicamente de la tensión y de la temperatura. Es decir, la carga ya está limitada, aunque la batería todavía no esté
completamente cargada.
Una sobrecarga de la batería causa un gaseado incontrolado. Durante este proceso, el electrolito se descompone en
oxígeno e hidrógeno. En consecuencia, tienen lugar procesos nocivos de oxidación y daños mecánicos, porque las burbujas
de gas sueltan masa activa de las placas de plomo.
Aún peores son las consecuencias que tiene el gaseado incontrolado en baterías cerradas (por ej. baterías selladas o con
líquido), donde la presión del gas resultante puede llegar a destruir la caja de la batería. Si se sobrecarga la batería con
frecuencia, su acumulador resulta afectado de forma negativa. Por lo tanto, el proceso de carga y la protección contra la
sobrecarga se regulan mediante un nuevo regulador de tipo híbrido con PWM (modulación de la duración de impulsos) para
garantizar una carga que no dañe a la batería. Sobre todo, se recomienda fijar la tensión de regulación en un nivel no
demasiado alto. En caso de que se quiera programar individualmente el valor, deberían respetarse las recomendaciones del
fabricante de la batería.
Power-Tarom manual / ES / 14.37
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