FUNCIONAMIENTO
En una bodega natural, la temperatura varía poco y si varía, lo hace generalmente muy despacio, de una
estación a otra. Su armario para vinos Climadiff reproduce mecánicamente las condiciones óptimas de una
bodega natural, imprescindibles para sus vinos.
El procedimiento utiliza un sistema de ajuste electrónico para regular con mucha precisión la temperatura.
De este modo, el armario para vinos funciona por ciclos: se pueden observar ligeras variaciones de
temperatura del aire en el espacio del armario. Esto es normal, y las temperaturas que se pueden registrar
de forma aleatoria colocando un termómetro en la cuba no reflejan precisamente la temperatura que más
le interesa, es decir la temperatura de su vino, para la que se ha concebido la vinoteca.
Es precisamente por este principio de variaciones mínimas con respecto al punto de consigna
(temperatura regulada, deseada y controlada por el sistema de regulado electrónico) por lo que obtenemos
una temperatura media estabilizada en cada botella.
Cuantas más botellas contenga su vinoteca, mayor será la masa térmica, y menor el impacto de posibles
variaciones de temperatura ambiente debido a la inercia térmica así creada. La inercia térmica es la
propensión de sus botellas a conservar en el tiempo su temperatura inicial en caso de alteración del
equilibrio térmico con su entorno.
Por consiguiente, se puede determinar la lentitud con la cual una eventual alteración de temperatura
llevaría sus botellas a un nuevo punto de equilibrio.
Cabe mencionar que respecto a los líquidos (excepto el agua), la conductividad disminuye en un 0,15%
por °C como media cuando la temperatura aumenta.
¿A quién no se le ha ocurrido que, sorprendido por una visita, ha tenido que poner una botella de champán
o vino blanco a temperatura ambiente (20°C) en su frigorífico (4°C) para enfriarla? A pesar de una
alteración térmica brutal y constante del orden de 16°C, después de una hora en estas condiciones, la
botella aún no estaba suficientemente fría.
Por consiguiente, no debe preocuparse si constata variaciones de temperatura del orden de 2 °C en torno
al punto de consigna en el espacio del armario. Sus vinos están perfectamente conservados. El contenido
de una vinoteca cargada con 200 botellas representa una masa de unos 260 kg (una botella de 75 cl = 1,3
kg como media), lo que ya es considerable.
Si tenemos en cuenta el ejemplo anterior y las condiciones a las que se habría sometido esa única botella,
las ligeras variaciones constadas en el aire del armario y aplicadas a sus 200 ó 300 botellas, no tienen
ningún impacto.
INDICADOR DE TEMPERATURA
El indicador de temperatura electrónico le indica la temperatura media en el armario. Tal como hemos visto
anteriormente, los ciclos de funcionamiento o parada del compresor permiten obtener una temperatura
media perfectamente constante en el interior de las botellas.
Si coloca su propio termómetro dentro del aparato, éste no mostrará el mismo valor que el indicador de la
pantalla: el sistema de ajuste de temperatura calcula automáticamente mediante un algoritmo la media de
temperatura en un período determinado. Esta media refleja la temperatura del vino.
Si se constata una diferencia notable entre la temperatura programada y la indicada, probablemente se
deba a una apertura prolongada de la puerta.
Si su termómetro indica valores instantáneos diferentes al valor deseado, no se asuste. Le recordamos
que la temperatura media apropiada para las botellas se obtiene gracias a este principio de variaciones de
la temperatura del aire en la cuba. La inercia del líquido con respecto al aire es un factor de 1 a 10 y su
vinoteca lo corregirá por sí misma (una variación prolongada de 1°C en el exterior se traduce en una
variación de tan solo 0,1°C en el contenido).
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