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MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA
Todas las operaciones de limpieza y mantenimiento se
deben realizar con la estufa apagada y fría.
7.1
PRECAUCIONES DE SEGURIDAD
Antes de realizar cualquier operación de mantenimiento,
es preciso tomar las precauciones siguientes:
A) Comprobar que todas las piezas de la estufa están
frías.
B) Comprobar que la ceniza está totalmente apagada.
C) Utilizar los dispositivos de protección individual
dispuestos por la directiva 89/391/CEE.
D) Actuar siempre con los equipos adecuados para las
operaciones de mantenimiento.
E) Finalizado el mantenimiento o las operaciones de
reparación y antes de volver a poner en marcha la
estufa, incorporar todas las protecciones y accionar
todos los dispositivos de seguridad.
7.2
LIMPIEZA
La limpieza de la parte esterior de la estufa debe de
efectuarse solamente por medio de un paño seco no
abrasivo. No utilizar detergentes.
7.2.1
Eliminación de la ceniza del hogar
La estufa exige una sencilla pero frecuente y esmerada
limpieza para poder garantizar siempre un eficiente
rendimiento y el funcionamiento regular.
•
Abrir la puerta;
•
quitar eventuales brasas y cenizas del fogón, con una
pala metálica;
•
cerrar la puerta;
El CAJÎN DE CENIZAS que se encuentra debajo del
hogar debe vaciarse todos los días con la estufa fría.
Esta operación evita que el cajón se llene completamente
inhibiendo el paso del aire hacia el hogar.
7.2.2
Limpieza del vidrio
Se efectúa con un paño humedecido o con papel
humedecido y pasado por la ceniza.
Frotar hasta que el vidrio esté limpio.
También se pueden usar detergentes adecuados para la
limpieza de los hornos de cocina.
No limpiar el vidrio durante el funcionamiento de la estufa
y no utilizar esponjas abrasivas.
No humedecer la junta de la puerta porque podría
deteriorarse.
7.3
MANTENIMIENTO
Las operaciones de mantenimiento las debe realizar un
operador habilitado, que deberá:
•
realizar una limpieza cuidadosa de la estufa;
•
controlar el estado de estanquidad de las guarniciones;
•
controlar el mecanismo de abertura;
•
asegurarse sobre el estado de desgaste de los
distintos elementos.
7.3.1
Mantenimiento y limpieza del humero
Se debe realizar por lo menos una vez al año, o bien cada
40 quintales de combustible quemado.
Las incrustaciones, cuando alcanzan el espesor de 5
- 6 mm, ante elevadas temperaturas y chispas pueden
incendiarse.
Por tanto se aconseja efectuar la limpieza al menos una
vez al año y en cualquier caso cada vez que sea necesario.
A falta de limpieza o cuando ésta sea inadecuada, la estufa
puede tener problemas de funcionamiento, por ejemplo:
•
mala combustión
•
ennegrecimiento del vidrio
•
7.4
QUÉ HACER SI EL EQUIPO NO FUNCIONA
7.4.1
•
Abrir el aire primario y el registro de los humos;
•
Usar leña bien seca;
•
Comprobar que el cañón de humos sea adecuado para el
aparato utilizado;
7.4.2
Sale humo de la plancha
•
Comprobar que el registro del aire primario esté abierto;
•
Comprobar que la boca de la chimenea no presente
pérdidas;
•
Comprobar que la ceniza y los residuos de combustiones
precedentes no obstruyan el conducto de descarga o la
rejilla;
•
7.4.3
El cristal se ensucia con demasiada rapidez
•
Leña húmeda: usar leña seca (15% de humedad relativa);
•
Comprobar que la ceniza y los residuos de combustiones
precedentes no hayan obstruido el conducto de descarga
o la rejilla
•
Material combustible inadecuado;
•
Demasiado material combustible;
•
7.4.4
Hay agua de condensación dentro de la cámara de
combustión
•
Las primeras veces que se enciende la estufa es normal
que se forme agua de condensación, ya que los materiales
de revestimiento contienen algo de humedad;
•
Si el problema persiste, asegurarse de no estar utilizando
leña verde o húmeda;
•
Comprobar que la chimenea no sea demasiado grande y
que el fuego consiga calentarla hasta el extremo superior;
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