Uso apropiado
8
En estas termodesinfectoras de Miele es posible tratar vidrios y uten‐
silios de laboratorio tratables con productos acuosos. El tratamiento
engloba la limpieza, aclarado y, en caso necesario, la desinfección y
el secado. Debido a la variedad de vidrios y utensilios de laboratorio,
dependiendo del uso que se les dé, así como de la suciedad y los
parámetros de desinfección, en casos especiales deberá comprobar‐
se si es factible realizar el tratamiento en la termodesinfectora. Tam‐
bién se deberán tener en cuenta la información proporcionada por el
fabricante de vidrios y utensilios de laboratorio.
Se entiende por vidrios y utensilios de laboratorio retratables desde
cubetas de evaporación a tubos de centrifugadora.. Entre ellos se en‐
cuentran p. ej.:
– Recipientes como tubos de ensayo, vasos de precipitado, botellas,
émbolos, etc.
– Recipientes de medición como matraces aforados, probetas gra‐
duadas, pipetas, etc.
– Cápsulas como las cápsulas Petri, esferas de vidrio, etc.
– Placas como portaobjetos, placas de secuenciación, etc.
– Piezas pequeñas como tapas, espátulas, varillas magnéticas, tapo‐
nes, etc.
– Otros utensilios como embudos, piezas de tubo/manguera, etc.
Ejemplos de áreas de aplicación son los vidrios y uten‐
silios de laboratorio para:
– Formación experimental en colegios, escuelas superiores de forma‐
ción profesional y universidades.
– Investigación, aseguramiento de la calidad, desarrollo, escuelas
técnicas y producción.
– Distintos campos de la química inorgánica, orgánica, analítica y físi‐
ca.
– En biología, microbiología y biotecnología.
– Laboratorio de hospital
Más adelante en estas instrucciones de manejo este producto se de‐
nominará "termodesinfectoras". Los cristales y utensilios de laborato‐
rio retratables se denominarán de forma general como "utensilios"
cuando estos no se definan de forma más precisa.
Los requisitos de tratamiento deben adaptarse de forma óptima a la
suciedad y al tipo de objetos que deban tratarse.
La utilización de productos químicos apropiados debe ajustarse a las
necesidades de limpieza, y en caso necesario, a la sensibilidad, a las
sustancias interferentes, etc., así como al método analítico.