Información de la FDA
La Ley Federal restringe la venta de audífonos a aquellos
individuos que no han obtenido una evaluación médica
de un médico autorizado. La Ley Federal le permite a un
adulto completamente informado firmar un documento
rechazando la evaluación médica debido a creencias
religiosas o personales que le impiden consultar a un
médico. El ejercer este tipo de acción no es lo más
recomendable para su salud y no se recomienda su uso.
El audífono no va a restaurar su audición a lo que era antes
de su pérdida y tampoco puede prevenir o mejorar una
discapacidad auditiva causada por condiciones orgánicas.
El uso de un audífono es solo parte de la rehabilitación
auditiva y puede ser necesario complementarlo con una
capacitación auditiva y una instrucción para lectura de
labios. En la mayoría de casos el utilizar su instrumento con
poca frecuencia lo privará de obtener el máximo beneficio.
Se debe tener especial precaución al seleccionar y adaptar
un audífono que tiene un nivel de presión de sonido que
excede 132 decibeles porque puede haber riesgo de
dañar la audición restante del usuario del audífono.
NIÑOS CON PÉRDIDA AUDITIVA.
Además de consultar con un médico para una evaluación,
tiene que consultar con un audiólogo para una evaluación y
rehabilitación puesto que la pérdida auditiva puede causar
problemas en el desarrollo del lenguaje y el crecimiento
social y educativo del niño. Un audiólogo está calificado
mediante su entrenamiento y experiencia para asistir en la
evaluación y rehabilitación de niños con pérdida auditiva.
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