¡Encontrada la almohada preferida del conejito!
"¡Sí, esta es mi almohada!" dice Carlos muy contento. "¡Muchas gracias, Osito Guardián! Ahora
me podré dormir muy rápidamente". El conejito hace un bostezo tan grande que se pueden
contar todos sus dientes. "Buenas noches y dulces sueños", se despide el Osito Guardián.
El conejito se duerme
El conejito Carlos cierra los ojos y se abraza a su almohada. El Osito Guardián sigue su camino
muy satisfecho. Su farolillo brilla con un poco menos de intensidad, pero, por suerte, ya conoce
el camino.
Delante del nido de la lechuza
El cálido viento de la noche hace centellear la luz del farolillo del Osito Guardián, que acaba de
llegar al nido de la lechuza Laura. "Hola, Laura", dice el Osito Guardián. "Buenas noches, Osito
Guardián", contesta la lechuza Laura con un suspiro. "Que bien que estés aquí. He perdido
mi gorro para dormir en el bosque y no lo encuentro. Y sin mi gorro no me puedo dormir".
"Ningún problema", dice el Osito Guardián. "Gracias la luz de mi farolillo podré encontrar tu
gorro".
¿Puedes ayudar al Osito Guardián a
buscar el gorro para dormir de la lechuza?
¡Encontrado el gorro para dormir de la lechuza!
"¡Sí, este es mi gorro!" dice Laura muy contenta. "¡Muchas gracias, Osito Guardián! Ahora me
podré dormir muy rápidamente". Laura bosteza y se estira con un intenso "Uuuuh-uuuuh".
"Buenas noches y dulces sueños", se despide el Osito Guardián con la mano.
La lechuza se duerme
La lechuza Laura cierra los ojos. El Osito Guardián sigue su camino muy satisfecho. Su farolillo
brilla con un poco menos de intensidad, pero, por suerte, ya conoce el camino.
Delante de la madriguera de la ratoncita
El suave parpadeo de la luz del farolillo hace que el Osito Guardián se detenga. Ha llegado
a la madriguera. "Buenas noches, Rita", dice el Osito Guardián amablemente. "Hola, Osito
Guardián", responde la ratoncita Rita y se suena la nariz. "¿Qué te pasa?" pregunta el Osito
Guardián. "No encuentro mi peluche favorito. El bosque está oscuro y no me atrevo a salir a
buscarlo", le explica Rita. "Ningún problema", dice el Osito Guardián. "Gracias la luz de mi
farolillo podré encontrar tu peluche".
Mis primeros juegos
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