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del estado líquido o/y sólido al estado
gaseoso por oxidación. A continuación,
este gas es purificado por absorción a
través de un catalizador, del que sale en
forma de gas carbónico no tóxico.
La limpieza de estas paredes se efectúa
por carbonización lenta de la suciedad,
elevando y ajustando la temperatura hasta
unos 500°C. El aumento de la temperatura
se hace teniendo en cuenta las
características del esmalte, y la duración
del ciclo para una correcta limpieza.
El deterioro se puede producir ya que el
metal del horno y el esmalte pirolítico no
tienen el mismo coeficiente de dilatación,
por ello, si lo calentamos demasiado
rápido el metal se dilatará antes que el
esmalte haciendo que éste se fisure y se
rompa. Se deberá mantener la
temperatura durante al menos 60 minutos
para obtener la carbonización y eliminar
así todos los depósitos.
El aumento de la temperatura se efectúa a
través de las resistencias del grill y la
resistencia de la solera. El ciclo de pirólisis
comienza al aumentar la temperatura, pero
es verdaderamente eficaz a partir de los
420°C.
El aislamiento térmico es mayor para evitar
las pérdidas de calor hacia el exterior del
horno. Para evitar el calentamiento
excesivo de los muebles de encastre, un
ventilador se pone en marcha
automáticamente para reducir la
temperatura de las paredes exteriores del
horno.
Durante el ciclo de pirólisis, la puerta
queda bloqueada para evitar la
autoinflamación de las grasas que una
aportación importante de oxígeno podría
provocar y también para proteger al
usuario de cualquier riesgo de sufrir
quemaduras.
Un ciclo de pirólisis dura entre 1,5 y 2
horas y permitirá eliminar todas las grasas
y azúcares. La pirólisis sólo se puede
efectuar con el control de una
programación (programador – reloj –
tarjeta electrónica).
Ingeniería de Servicio
Nota: No se deben emplear productos a base de
sosa cáustica ya que en la composición del
esmalte está incluido el aluminio y este
producto es corrosivo.
Se recomienda
No rascar el esmalte con un
estropajo metálico.
No utilizar instrumentos
puntiagudos o cortantes.
Evitar arañarlo con rejillas,
bandejas, cremalleras o parrillas
que se puedan añadir como
soportes.
No intentar limpiar con productos
de limpieza comerciales.
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