Las revisiones regulares y el cambio oportuno de las
piezas de desgaste, p. ej., la cadena, las zapatas
o los cables de cambio y de freno (b), forman parte
del uso conforme a lo prescrito de su bicicleta MERIDA
y, en consecuencia, influyen en la responsabilidad por
los daños ocasionados para productos defectuosos y
la garantía.
Para obtener más información, consulte el capítulo
«Plan de mantenimiento e inspecciones» de estas ins-
trucciones de uso MERIDA, así como las instrucciones
de los fabricantes de los componentes.
Inspecciones y reparaciones que debería
G
llevar a cabo un establecimiento especiali-
zado MERIDA. Los componentes de su bici-
cleta MERIDA pueden fallar si no se realizan las revi-
siones o se han efectuado incorrectamente. ¡Riesgo de
accidentes! Si a pesar de todo quiere intentarlo usted
mismo, sólo realice trabajos para los que disponga de
los conocimientos necesarios y las herramientas ade-
cuadas, p. ej., una llave dinamométrica.
Si es necesario sustituir un componente, use
A
siempre piezas de recambio originales. Si
monta piezas de desgaste de otros fabrican-
tes, p. ej., zapatas o pastillas, o neumáticos de otro
tamaño, puede que se reduzca la seguridad al montar
en su bicicleta MERIDA. ¡Riesgo de accidentes!
(a)
Limpieza y cuidado de su bicicleta MERIDA
La transpiración que se ha secado, la suciedad y la sal
que se pega durante el uso invernal dañan su bicicleta
MERIDA. Por eso le recomendamos limpiar regular-
mente todos los componentes.
No limpie la bicicleta con una limpiadora a vapor: el
a
chorro de agua a alta presión es agresivo, capaz de
atravesar los retenes y meterse en los rodamientos. El
agua tiende a diluir el lubricante, haciendo aumentar
el rozamiento. A la larga, acabarán deteriorándose las
pistas de los rodamientos y el centrado de los mismos.
Además, puede que se desprendan las etiquetas adhe-
sivas del cuadro.
Mucho más adecuado es el lavado de la bicicleta con
una manguera o un cubo de agua y una esponja o bro-
b
cha grande. El lavado a mano le permite además detec-
tar a tiempo deterioros de la pintura, piezas desgastadas
u otros defectos. Una vez terminada la limpieza, queda
por comprobar el estado de la cadena
(d)
la
(véase el capítulo «Cadena – Mantenimiento y
desgaste» así como las instrucciones de los fabricantes
de los componentes). Seque las superficies de desliza-
miento de la horquilla de suspensión y del amortiguador
c
y rocíelas con un spray especial. Aplique cera dura de
uso corriente en las superficies lacadas, de metal y de
carbono (con excepción de las superficies de frenado y
los discos de freno). Después del secado, saque brillo a
las superficies.
Limpie de vez en cuando la suciedad y el aceite que se
pegan a la cadena con un trapo untado de aceite (e).
No hay necesidad de usar desengrasantes especiales
para cadenas; éstos son más bien nocivos.
d
(c)
y reengrasar-
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