Impulso de capilarización: incremente gradualmente la intensidad hasta producir una
estimulación constante y visible de la zona tratada. Se aconseja un umbral de estimulación
media, siembre bajo el umbral del dolor.
Impulso de lipólisis/drenaje: el efecto "bomba" es producido por las
contracciones tónicas secuenciales.
La intensidad debe ser suficiente para producir estas
contracciones. A mayor contracción, mayor será el efecto de bombeo inducido. Pero tenga
cuidad, no es necesario soportar una intensidad tan elevada que produzca dolor. Durante las
primeras sesiones de electroestimulación se aconseja utilizar una intensidad baja de forma que el
organismo pueda adaptarse a las nuevas sensaciones. De este modo el aumento de intensidad
será gradual y para nada traumático.
Otros impulsos: consulte las descripciones de los programas.
Programas WAVE.
¡ATENCIÓN!
Cabe subrayar la alta capacidad como analgésico de la electroestimulación, y la función del dolor
como indicador de patologías diversas.
La mayoría de los programas del presente apartado tienen carácter analgésico. Por favor, lea
atentamente el manual antes de utilizar el I-TECH PHYSIO 4/EMG.
La TENS, acrónimo que significa "estimulación nerviosa eléctrica transcutánea", es una técnica
terapéutica utilizada utilizada con fines predominantemente analgésicos para contrarrestar los
efectos (típicamente el dolor) provocado por patologías muy variadas: dolor cervical, artrosis,
mialgia, neuritis, dolor de espalda, periartritis, pesadez de piernas o debilidad muscular, por citar
algunas de ellas.
A nivel académico, la TENS está dividida en varias categorías, según el mecanismo que utilice
para obtener el efecto de reducción del dolor: la TENS convencional (o analgésico rápido), TENS
de tipo electroacupuntura (o analgésico retardado o endorfínico), TENS de escaneo, en la que se
cambian los valores de estimulación durante el tratamiento; TENS de valores máximos con acción
antidrómica y su consiguiente efecto anestesiante local inmediato; o TENS burst, que es una
mezcla de los dos primeros tipos de TENS.
La función rehabilitadora de la TENS se basa en su capacidad para reducir el dolor, con la
consiguiente restauración de las condiciones fisiológicas. En la mayoría de las veces, esto permite
al paciente retomar una función motora normal. Pensemos en un paciente que sufra de
periartritis: éste, deberá recurrir al uso de analgésicos, o deberá convivir con un dolor que la
mayoría de las veces le impedirá incluso los movimientos más simples. La inmovilidad reduce la
actividad metabólica, y esto conduce a una incapacidad para eliminar sustancias algogénicas. De
esta forma, se activa un círculo vicioso. La TENS, además de reducir el dolor, provoca una
estimulación inducida de la musculatura con un aumento de la actividad metabólica, mayor flujo
sanguíneo y una mejor oxigenación de los tejidos con aporte de sustancias nutritivas. Así que si
se combina la TENS con la estimulación muscular del área a tratar, el efecto positivo se verá
amplificado.
Posición de los electrodos e intensidad.
Los electrodos deben colocarse formando un cuadrado alrededor de la zona a tratar, utilizando
los canales 1 y 2 como se muestra en la figura 1 (el posicionamiento superior de los rojos/inferior
de los negros es irrelevante a efectos del tratamiento, siga las indicaciones del manual de
posicionamiento de los electrodos). Intensidad regulada entre los umbrales de la percepción y el
dolor: el límite máximo de intensidad viene definido por el momento en que la musculatura
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MNPG195-01