El disco superior, fijo, luce a la altura de las 12 h
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una « pieza especial » en forma de corazón, esme-
radamente estudiada para permitir reproducir la
porción visible de la Luna, noche tras noche,
con una exactitud sin igual. Gracias a una téc-
nica de metalización compleja e innovadora, el
astro resplandece sobre el fondo estrellado con
un rostro que ofrece un realismo casi fotográfico.
El mecanismo también se distingue por su extre-
mada precisión, ya que sólo después de 122 años
la indicación de las fases de la luna se desviará
un solo día con respecto al verdadero ciclo lunar.