Observación de objetos de cielo profundo
Los objetos de cielo profundo son aquellos situados fuera de las fronteras de nuestro sistema solar. Incluidos están cúmulos
estelares, nebulosas planetarias, nebulosas difusas, estrellas dobles y otras galaxias fuera de nuestra Vía Láctea. Al
contrario que el Sol, la Luna, y los cinco Planetas principales, la mayoría de objetos de cielo profundo no son visibles a
simple vista. La localización de estos objetos requiere la utilización de los círculos de posición del telescopio o de otras
estrellas próximas a ellos.
La mayoría de objetos de cielo profundo tienen un tamaño angular muy grande. Por lo tanto, hay bastante con emplear
bajos o moderados aumentos para visualizarlos. Visualmente, estos objetos son muy débiles para revelar cualquiera de los
colores vistos en las fotografías de larga exposición. En vez de ello, aparecen en blanco y negro. Y, debido a la poca
luminosidad de su superficie, han de observarse desde lugares con un cielo muy oscuro. La polución luminosa alrededor de
las áreas urbanas difumina la mayoría de nebulosas haciendo difícil, o casi imposible, su observación. Los filtros
antipolución (LPR) ayudan a reducir el brillo de fondo del cielo, incrementado el contraste.
Condiciones "seeing"
Las condiciones de visión afectan a la imagen observada a través del telescopio. En estas condiciones se incluyen la
transparencia, iluminación del cielo, y "seeing". La comprensión de las condiciones de visibilidad y el efecto que éstas
causan en la observación le ayudarán a sacar mayor partido del telescopio.
Transparencia
La transparencia es la claridad de la atmósfera afectada por las nubes, humedad, y otras partículas que flotan en el aire.
Los cúmulos de nubes densos son completamente opacos mientras que los cirros pueden ser finos, permitiendo el paso de
la luz proveniente de estrellas brillantes a través de ellos. Los cielos con calima absorben más luz que los cielos claros
haciendo que los objetos más débiles sean difíciles de ver y reduciendo el contraste de los más brillantes. Los aerosoles
lanzados a la atmósfera exterior por las erupciones volcánicas también afectan a la transparencia. Las condiciones ideales
se presentan cuando el cielo es totalmente negro.
Iluminación del cielo
El brillo general del cielo causado por la Luna, la aurora, y la polución afectan, igualmente a la transparencia. Aunque no
presenta un problema para las estrellas brillantes y los planetas, los cielos brillantes reducen el contraste de las nebulosas
más extendidas, haciendo difícil, si no imposible, su observación. Para aprovechar la observación, limite las sesiones de
objetos de cielo profundo al momento en que haya menos luz lunar y fuera de las áreas con polución. Los filtros LPR
realzan la visión de objetos de cielo profundo en áreas con polución lumínica al bloquear la luz no deseada mientras
transmiten la luz procedente de ciertos objetos de cielo profundo.
"Seeing"
El efecto "seeing" está relacionado con la estabilidad de la atmósfera y afecta directamente al detalle visible en objetos
extensos. El aire en nuestra atmósfera actúa como una lente que desvía y distorsiona los rayos de luz incidentes. Esta
distorsión depende de la densidad del aire. Las capas con diferente temperatura tienen diferente densidad y, por lo tanto,
distorsionan la luz de forma diferente. Los rayos de luz de un mismo objeto llegan ligeramente desviados creando una
imagen imperfecta o borrosa. Estas perturbaciones atmosféricas varían en cuanto al tiempo y al lugar. El tamaño de las
parcelas del aire en comparación a la apertura del telescopio determina la calidad del "seeing". Bajo buenas condiciones de
"seeing", es posible observar finos detalles de los planetas Júpiter y Marte, y las estrellas aparecen como puntos perfectos.
En condiciones pobres de observación, las imágenes aparecen difuminadas y borrosas. Las condiciones de "seeing" vienen
especificadas en una escala de cinco puntos donde uno es el peor valor y cinco el mejor (ver la figura 6-1). Las condiciones
de "seeing" pueden clasificarse en tres categorías según la causa en que se basan.
Tipo 1. Se caracterizan por rápidos cambios en la imagen observada a través del telescopio. Los objetos extensos, como la
Luna, parecen relucir y los puntuales (como las estrellas) se ven dobles. El "seeing" del Tipo 1 es causado por las
corrientes en o cerca del tubo del telescopio. Estas corrientes pueden estar provocadas por aquellos telescopios que no
han alcanzado el equilibrio térmico de su entorno, las ondas de calor que desprenden las personas situadas alrededor del
instrumento, o por la utilización de parasoles con dispositivos eléctricos contra la humedad. Para evitar los inconvenientes
asociados al "seeing" del Tipo 1, mantenga el telescopio en su entorno durante unos 45 minutos hasta que alcance el
equilibrio térmico. Una vez aclimatado a la temperatura exterior, no toque el telescopio con las manos. Cuando vaya a
observar con el telescopio, procure que nadie está delante o al lado del tubo.
Las imágenes producidas en condiciones "seeing" del Tipo 2 no se mueven tan rápidamente como aquellas producidas por
condiciones del Tipo 1, aunque resultan bastante borrosas. En los objetos extensos no llegan a apreciarse los detalles finos
y se pierde contraste. Las estrellas no se ven definidas. El causante del "seeing" del Tipo 2 es la baja atmósfera, sobre todo
las ondas de calor producidas por el suelo o los edificios. Para evitar este problema, elija un buen sitio de observación, tal
como una colina alta o campos abiertos. Las condiciones térmicas estables localizadas cerca de los lagos e inversiones
atmosféricas tienden a producir un buen "seeing". Evite lugares con asfalto o campos arados. Permanezca fuera de valles y
costas. Si no puede localizar un sitio mejor, espere a las primeras horas de la madrugada cuando el entorno está
uniformemente atemperado y el "seeing" es generalmente mejor.
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