Precaución: Es posible que necesite
asistencia médica si se le atasca
una pieza en la oreja.
Si alguna parte del audífono, como la punta, se le
queda atascada en la oreja y no puede extraerla
fácilmente con los dedos, solicite asistencia
médica lo antes posible. Evite utilizar pinzas y
bastoncillos de algodón, ya que podrían empujar
la pieza hacia el interior del oído y provocar
lesiones graves en el tímpano o el canal auditivo.
Notas
Nota: Qué puede esperar cuando
empieza a utilizar un audífono.
Un audífono puede beneficiar a muchas personas
con hipoacusia. Sin embargo, debe saber que
no restablece la audición normal y que puede
seguir teniendo dificultades para oír en ambientes
ruidosos. Además, un audífono no evitará ni
mejorará una enfermedad que cause hipoacusia.
Las personas que comienzan a usar audífonos a
veces necesitan unas semanas para acostumbrarse
a ellos. Del mismo modo, muchas personas
descubren que la formación o el asesoramiento
pueden ayudarles a sacar más partido de sus
dispositivos.
Si tiene hipoacusia en ambos oídos, puede que
le resulte más útil utilizar audífonos en ambos,
sobre todo en situaciones en las que se canse de
escuchar, por ejemplo, en entornos ruidosos.
Nota: Informe a la FDA sobre
lesiones, fallos de funcionamiento
u otros eventos adversos.
Para notificar un problema relacionado con
su audífono, debe enviar la información a
la FDA lo antes posible después de que se
produzca el problema. La FDA los denomina
"eventos adversos" y pueden incluir: irritación
de la piel dentro de la oreja, lesiones causadas
por el dispositivo (como cortes o arañazos,
o quemaduras por una pila sobrecalentada),
piezas del dispositivo que se atascan en la oreja,
empeoramiento repentino de la hipoacusia por el
uso del dispositivo, etc.
Las instrucciones para notificar eventos adversos
están disponibles en https://www.fda.gov/Safety/
MedWatch, o llame al 1-800-FDA-1088. También
puede descargar un formulario para enviarlo por
correo electrónico a la FDA.
Nota: Hipoacusia en menores de
18 años.
• Los menores de 18 años deben consultar
primero a un médico, preferiblemente
otorrinolaringólogo, porque pueden tener
necesidades distintas a las de los adultos.
• El médico identificará y tratará las dolencias
médicas según corresponda.
• El médico puede derivar a la persona a un
audiólogo para que se someta a otra prueba,
una evaluación de los audífonos.
• La evaluación del audífono ayudará al audiólogo
a seleccionar y ajustar el audífono adecuado.
Un menor de 18 años con hipoacusia debe
someterse a una evaluación médica por
parte de un médico, preferiblemente un
otorrinolaringólogo, antes de comprar un
audífono. El propósito de una evaluación médica
es identificar y tratar las dolencias médicas
que pueden afectar a la audición, pero que un
audífono no tratará por sí solo.
Después de la evaluación médica y si corresponde,
el médico indicará por escrito que la hipoacusia
se ha evaluado médicamente y que la persona
es candidata para un audífono. El médico puede
derivar a la persona a un audiólogo para una
evaluación de audífonos, que es diferente de la
evaluación médica y cuyo objetivo es identificar el
audífono adecuado.
El audiólogo evaluará los audífonos para valorar
la capacidad de la persona para oír con y sin
audífonos. Esto permitirá al audiólogo seleccionar
y ajustar el audífono a las necesidades individuales
de cada persona. Un audiólogo también puede
proporcionar evaluación y rehabilitación ya que,
para los menores de 18 años, la hipoacusia puede
causar problemas en el desarrollo del lenguaje y
el crecimiento educativo y social. Un audiólogo
está cualificado por su formación y experiencia
para ayudar en la evaluación y rehabilitación de la
hipoacusia en menores de 18 años.
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