•
Al tratar la zona perianal debe tenerse en cuenta la inflamabilidad del gas metano.
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El tejido puede perforarse si se aplica demasiada energía del sistema de láser, ya sea por el uso de una
energía de pulso excesiva o por la aplicación del láser durante demasiado tiempo.
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Las puntas de las fibras son afiladas, puede producirse una perforación por medios mecánicos (punción).
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Cuando exista riesgo de embolia gaseosa, como cuando alguien corta o vaporiza órganos con estructuras
vasculares de gran tamaño, utilice siempre líquido refrigerante.
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Antes del tratamiento, realice los procedimientos diagnósticos necesarios para determinar de manera precisa
la ubicación de los tumores que estén muy próximos a arterias o venas conocidas.
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Cuando se utilicen simultáneamente radioterapia y laserterapia, deberán tomarse precauciones adicionales,
lo que incluye una vigilancia posoperatoria más rigurosa. Los pacientes que hayan recibido radioterapia
presentan un mayor riesgo de perforación y erosión tisular.
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Deje inmediatamente de aplicar el tratamiento con láser si el paciente presenta problemas cardiopulmonares.
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Cook no tiene información ni experiencia clínicas en relación con el uso del sistema de láser de holmio
Rhapsody H-30 en mujeres embarazadas o lactantes.
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Los pacientes que hayan experimentado molestias durante tratamientos previos con láser pueden
requerir analgésicos.
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Consideraciones relativas a la anestesia: Si se utiliza el láser en un medio rico en oxígeno (como el uso
endobronquial), las concentraciones de oxígeno no deben superar el 21-30 % con el fin de reducir el
riesgo de incendio. Los tubos endotraqueales deben ser no combustibles o deben envolverse con
esparadrapo reflectante.
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Si el médico desea utilizar el sistema de aplicación sin una sonda o bisturí de contacto acoplados, debe ser
consciente de que existe un mayor riesgo de retrodispersión y de dispersión hacia delante.
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Debido a los posibles riesgos de la absorción de líquidos, debe realizarse una meticulosa evaluación de las
pacientes con trastornos cardiovasculares para decidir si pueden ser sometidas a este procedimiento.
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Cuando proceda, deben colocarse esponjas humedecidas sobre los tejidos y el instrumental que rodea la zona
del láser para ayudar a disipar la energía del sistema de láser incidente y la producción de calor involuntaria.
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El tratamiento endoscópico puede provocar reacciones adversas como migración de cálculos, quemaduras,
hemorragia, laceración, infección, inflamación, dolor, avulsión ureteral, embolia gaseosa, neumotórax
o perforación del conducto biliar, ureteral o vesical. En casos extremos puede sobrevenir la muerte
a consecuencia de complicaciones del procedimiento, de enfermedades concurrentes o de la aplicación de
la radiación láser.
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Los acontecimientos adversos informados en la bibliografía clínica en el contexto de procedimientos con
láser de holmio incluyen hematoma renal subcapsular, contractura de cuello vesical, estenosis uretral,
adenoma residual, hematuria, disuria, retención urinaria aguda, incontinencia urinaria, estenosis de cuello
vesical, micción difícil, lesión uretral o vesical, lesión del orificio ureteral, hidronefrosis, calle litiásica,
recateterización, retención de coágulos, epididimitis aguda, choque séptico, hipoxemia, lesión mucosa,
pancreatitis, colangitis, estenosis biliar y ascitis.
Cook Medical © 2019
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Capítulo 2
Indicaciones
2-13