E E V V I I T T A A R R L L A A S S I I N N T T O O X X I I C C A A C C I I O O N N E E S S P P O O R R M M O O N N Ó Ó X X I I D D O O
D D E E C C A A R R B B O O N N O O
Los gases de escape de todos los motores contienen monóxido de carbono, un
gas letal. Si se respira, el monóxido de carbono puede provocar dolores de cabe-
za, mareo, somnolencia, náuseas, confusión y, en última instancia, incluso la
muerte.
El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido que puede estar
presente aunque no se vean ni se huelan gases de escape del motor. Se puede
acumular rápidamente el monóxido de carbono hasta un nivel letal, de modo que
no pueda sobreponerse y ponerse a salvo. Por otra parte, el monóxido de carbo-
no acumulado en un volumen letal puede persistir durante horas o días en recin-
tos cerrados o mal ventilados. Si experimenta algún síntoma de intoxicación por
monóxido de carbono, abandone la zona inmediatamente, busque aire fresco y
solicite asistencia médica.
Para evitar lesiones graves o incluso la muerte a causa del monóxido de
carbono:
– No haga nunca funcionar el vehículo en zonas mal ventiladas o parcialmente
cerradas como garajes, cocheras o graneros. Aunque intente ventilar las emi-
siones de escape con ventiladores o abriendo puertas y ventanas, el monóxi-
do de carbono puede alcanzar rápidamente niveles peligrosos.
– No haga funcionar nunca el vehículo en el exterior en lugares en que los ga-
ses de escape puedan entrar en un edificio a través de aberturas tales como
puertas y ventanas.
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