Sensores de ritmo cardíaco por contacto
Los sensores de ritmo cardíaco de contacto (CHR) sirven para enviar las señales de su ritmo cardíaco la consola.
Los sensores de CHR son las partes de acero inoxidable de las barras de sujeción. Para utilizarlos, coloque las
manos cómodamente en torno a los sensores. Asegúrese de que las manos están en contacto tanto con la parte
superior como con la inferior de los sensores. Sujételos firmemente, pero sin apretarlos demasiado o demasiado
poco. Ambas manos deben estar en contacto con los sensores para que la consola detecte el pulso. Una vez que la
consola detecta cuatro señales de pulso estables, se mostrará la frecuencia del pulso.
Cuando la consola haya detectado su ritmo cardíaco inicial, no mueva ni cambie las manos durante 10 o 15
segundos. La consola ahora validará el ritmo cardíaco. Muchos factores influyen en la capacidad de los sensores de
detectar la señal de ritmo cardíaco:
• El movimiento de los músculos de la parte superior del cuerpo (incluyendo brazos) produce una señal eléctrica
(artefacto muscular) que puede interferir con la detección del pulso. Un ligero movimiento de la mano mientras se
está en contacto con los sensores también puede producir interferencia.
• Las callosidades y las cremas de manos pueden actuar como capa aislante y reducir la fuerza de la señal.
• Además, la señal de electrocardiograma generada por algunas personas no es lo suficiente fuerte para ser detec-
tada por los sensores.
• La proximidad con otros equipos electrónicos pueden generar interferencia.
La detección del control de ritmo cardíaco puede estar limitada a caminar o a una carrera lenta debido a los artefac-
tos musculares extremos y al movimiento de la mano generado por un estilo de carrera cómodo. Si su señal de ritmo
cardíaco parece errática después de la validación, lave las manos y los sensores y vuelva a intentarlo.
Cálculos del ritmo cardíaco
Su ritmo cardíaco máximo suele disminuir de 220 latidos por minuto (BPM) en la niñez a aproximadamente 160 BPM
a los 60 años. Esta caída del ritmo cardíaco suele ser lineal, disminuyendo aproximadamente un BPM cada año.
No hay indicación que sugiera que la sesión de ejercicios influye en la disminución del ritmo cardíaco máximo. Las
personas de la misma edad pueden tener ritmos cardíacos máximos distintos. Es más preciso calcular este valor
realizando una prueba de estrés que usando una fórmula basada en la edad.
Su ritmo cardíaco en reposo está influido por el ejercicio de resistencia. El adulto medio tiene un ritmo cardíaco en
reposo de unos 72 BPM, mientras que los corredores muy entrenados pueden obtener lecturas de 40 BMP o incluso
menos.
La tabla de ritmos cardíacos es una estimación de qué zona de ritmo cardíaco (HRZ) es eficaz para quemar la grasa
y mejorar el sistema cardiovascular. Las condiciones físicas varían, por tanto su HRZ individual puede ser varios
latidos superior o inferior de lo que se muestra.
El procedimiento más eficaz para quemar grasa durante el ejercicio es comenzar a ritmo lento e incrementar
gradualmente la intensidad hasta que el ritmo cardíaco se encuentre entre el 50-70% de su ritmo cardíaco máximo.
Siga a ese ritmo, manteniendo el ritmo cardíaco en la zona objetivo deseada durante más de 20 minutos. Cuanto
más tiempo mantenga el ritmo cardíaco objetivo, más grasa quemará su cuerpo.
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