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1. INTRODUCCION

La Enfermedad Venosa es definida como una enfermedad que afecta al sistema venoso de curso evolutivo
con gran tendencia a la cronicidad. Cuando las paredes de las venas se vuelven frágiles o se dañan, o si las
válvulas venosas se tornan incompetentes, esto lleva al favorecimiento de un flujo de sangre retrógrado
que va generando un fenómeno que se denomina enfermedad venosa y que incluye a las várices, a la
trombosis venosa profunda y a la insuficiencia venosa crónica.
Las várices constituyen entonces un epifenómeno de la enfermedad venosa y se denomina así a la
dilatación, elongamiento y tortuosidad de una vena acompañada de insuficiencia valvular, convirtiéndose en
la más común de las enfermedades vasculares periféricas, siendo su prevalencia de entre el 15 y el 30% de
la población dependiendo de la región del mundo.
En un inicio, las dilataciones de las venas más delgadas son las denominadas varículas, o varicosidades, o
telangiectasias o arañas vasculares. Podrían considerarse la mínima expresión de la enfermedad venosa que
generalmente sólo tienen una repercusión estética y no afectan a la salud. Su localización más frecuente es
en la cara externa de los muslos, detrás de las rodillas, en los tobillos y en la cara.
Las arañas vasculares pueden aparecer en forma aislada, en racimos, lineales, en forma de araña o como
grandes "mapas". Su calibre oscila entre 0,1 y 1 mm y se encuentran ubicadas en el plexo subpapilar, a una
profundidad que varía de 0,08 mm a 0,2 mm (80 a 200 micrones). Así podríamos clasificarlas de origen
capilar, arteriolar y venular. Entonces tendremos distintos calibres, algunas más rojo brillante y otras más
azuladas.
El tratamiento de las telangiectasias y las várices plantea principalmente un problema cosmético y
representa un importante lugar en la flebología y en la medicina estética moderna. El principio empleado
para el tratamiento de las telangiectasias es la termocoagulación, que además se utiliza para tratar la
rosácea, cuperosis y puntos rubí.
El termocoagulador vascular SPIDER se basa en la generación de un pulso de radiofrecuencia que produce
la coagulación térmica de las venas, lo que resulta en la desaparición inmediata de las mismas sin riesgo de
efectos adversos o cicatrización de la epidermis. Utiliza agujas muy pequeñas, descartables, revestidas de
un material aislante, que en ningún caso afectará a los tejidos próximos, teniendo un radio de acción
preciso y sin efectos secundarios. Consta de una unidad principal de radiofrecuencia que es la generadora
de los impulsos, un porta agujas (lápiz) y agujas aisladas de extrema finura, precisión, y descartables.
El generador crea un impulso de alta frecuencia (radiofrecuencia), mientras que la aguja lo transporta al
sitio deseado con profunda exactitud. Esto permite que una cantidad muy precisa de energía sea entregada
en el lugar exacto produciendo una lesión térmica que se traduce en una efectiva termocoagulación. La
temperatura en el pequeño vaso alcanza unos 70 ° C aproximadamente, lo que dará lugar a la coagulación
de las proteínas plasmáticas y a una destrucción de la estructura parietal.
Los pulsos generados con SPIDER son muy estables tanto en intensidad como en tiempo lo que permite una
precisión muy alta en la coagulación, evitando la carbonización de los tejidos, así la acción es muy
específica y eficaz al mismo tiempo que limita completamente el riesgo de lesión cutánea.
El impulso puede ajustarse en su duración y también la potencia de acuerdo al problema a tratar.
Combinando solo estos valores se puede obtener la energía precisa que se necesita para la eliminación de la
lesión, logrando resultados duraderos e inmediatos en sesiones rápidas y sin preparación previa.
El SPIDER puede ser utilizado en todo el cuerpo, inclusive en las áreas más sensibles como los tobillos, las
rodillas y la cara, en todos los tipos de piel, sin necesidad de vendajes, ni inactividad posterior ni tiempo de
recuperación, ni efectos secundarios. El tratamiento es altamente tolerable, con moderado disconfort y sin
riesgos de hiper o hipopigmentación, sin cicatrices, hematomas, inflamación ni quemaduras o necrosis.
En las siguientes páginas, encontrará información útil que le permitirá utilizar el equipo de la forma más
apropiada. Le aconsejamos que lea atentamente estas instrucciones antes de utilizar el equipo SPIDER y
que las conserve por si necesita consultarlas en el futuro.
Recuerde que este producto se debe utilizar exclusivamente de acuerdo con el uso indicado.
El equipo debe ser utilizado exclusivamente bajo el control continuo de personal cualificado.
El equipo sólo se debe utilizar en centros autorizados y que cumplan todas las normas vigentes.
INMANUUES148 M. USO CE100 ESP.ARG V.16.04.2018 2

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