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EL LANZAMIENTO
Sacar la pizza de la cáscara y meterla en el horno es el último obstáculo. ¡Es el momento de
la verdad! Si sacudes la pizza para quitarla de la cáscara, se contraerá, deshaciendo el
trabajo que hiciste al estirar la masa, lo que hace que la masa sea más gruesa de lo que
deseas (más difícil de cocinar).
Aparte de asegurarte de tener una buena cantidad de harina debajo de la base y la cáscara,
el truco está en tener total confianza. Es un acto de fe, pero debes creer que no destruirás tu
pizza. Para hacer esto, empuje lentamente la cáscara dentro del horno y luego, rápido como
un rayo, vuelva a colocar la cáscara en la pizza, se desliza y permanece en el horno. ¡Fácil!
EL CALOR
Para obtener los mejores resultados, recomendamos calentar el horno durante 20 minutos
a temperatura máxima. Si tu base es delgada, 10 minutos son suficientes.
Una vez caliente, baje la perilla a alrededor de 3/4 para cocinar. La posición ideal de la perilla
cambiará cada vez, según el grosor de la base y los ingredientes, así que tenga esto en
cuenta mientras cocina y recuerde qué posición funciona mejor para diferentes pizzas.
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