Deje que los alimentos calientes se enfríen antes de colocarlos en el frigorífico
para no aumentar el consumo de energía.
Aquellos alimentos que absorben fácilmente olores extraños, como la mante-
quilla, la leche o el requesón, y los alimentos que tienen un olor intenso, como el
pescado, los ahumados o el queso, se tienen que envasar bien y almacenarse en
recipientes herméticamente cerrados.
Los alimentos deben colocarse en su correspondiente zona de refrigeración,
según su tipo y sensibilidad; véase «Almacenamiento recomendado de ali-
mentos».
El almacenamiento de las verduras con un alto contenido de agua ocasiona con-
densación de vapor de agua a través de los envases de las verduras. No obstante,
esto no afecta al correcto funcionamiento de la cámara frigorífica (9).
Seque bien las verduras antes de meterlas en la cámara frigorífica (9). Un alto
contenido de agua en las verduras (p. ej., verduras de hojas, pepinos) reduce el
tiempo de conservación.
. Congelación de alimentos
Casi todos los alimentos pueden congelarse, salvo las verduras que se consumen
crudas, como la lechuga.
Solo los alimentos de alta calidad son aptos para ser congelados. Reparta los ali-
mentos en porciones según los vaya a consumir para no volver a congelar produc-
tos descongelados.
Los alimentos que se van a congelar no deben entrar en contacto con alimentos
ya congelados. Es posible que sea necesario reducir la cantidad que se va a con-
gelar si tiene previsto congelar a diario.
No deben excederse los tiempos de almacenamiento recomendados por los
productores de los alimentos.
Envuelva los alimentos en embalajes libres de olores, herméticos al aire y a la hu-
medad e insensibles a grasas y salmueras.
Lo ideal son el film de polietileno y el papel de aluminio.
El envoltorio debe ser hermético y estar bien ceñido a los respectivos pro-
ductos congelados.
No emplee envases de vidrio, ya que el vidrio puede reventar.
Ponga el regulador de temperatura en la posición entre 2 y 3 horas antes de
introducir los alimentos frescos que vaya a congelar. Después de introducir los
alimentos frescos que se deben congelar, ajuste el regulador de temperatura en
una de las posiciones -.
Procure no sobrecargar el congelador (13), ya que de lo contrario no se garantiza-
rá una potencia de congelación óptima y aumentará el consumo eléctrico.
Los indicios de humedad o hinchazón de los envoltorios congelados signifi-
can que el alimento no se ha almacenado/transportado correctamente y que
es posible que se haya estropeado. Compruebe el estado de los alimentos
antes de consumirlos.
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