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Este descenso de la presión arterial sumado a la
hipotensión inducida por accidente o intencionadamente,
puede ocasionar arritmias cardiacas o miocardio
isquémico. Para reducir este riesgo, el cirujano debe
evitar la introducción prematura del cemento y se
recomienda seguir al pie de la letra las instrucciones de
mezclado y preparación. Como pauta general, antes de
su introducción, la superficie del cemento debe tener
un aspecto mate y no debe adherirse a los guantes del
cirujano. Los efectos hipotensores del metilmetracrilato
se potencian en pacientes hipovolémicos.
A través de capacitación y experiencia específicas,
el cirujano debe estar completamente familiarizado
con el uso del sistema Vacu-Mix Plus, así como con
las propiedades, las características de manipulación
y la aplicación de cementos óseos. Debido a que las
características de manipulación y endurecimiento de los
cementos óseos varían con la temperatura y la técnica de
mezclado, la experiencia práctica del cirujano es la mejor
manera de determinar estas características.
La observancia de principios de buenas prácticas y
técnicas quirúrgicas es esencial. La infección de una
herida profunda es una grave complicación posoperatoria
y puede que requiera extraer por completo el cemento
incrustado. Una infección de herida profunda puede estar
latente y no manifestarse hasta que transcurran varios
años después de la operación.
Debe examinarse el empleo de cemento óseo en
pacientes con diagnóstico de fractura de cuello de fémur,
ya que algunas publicaciones han indicado que existe la
posibilidad de un aumento de la mortalidad en comparación
con los casos en los que se emplean técnicas sin cemento.
Debido a que el monómero líquido es altamente volátil e
inflamable, el quirófano debe ventilarse adecuadamente
para eliminar la mayor cantidad de vapor de monómero
posible.
Se han registrado casos de ignición de
gases de monómero cerca de cementos óseos recién
implantados, causados por el uso de dispositivos de
electrocauterización en quirófanos.
Almacene el envase exterior cerrado herméticamente a
menos de 25 °C (77 °F) y protéjalo de la luz para evitar la
polimerización prematura del componente de monómero
líquido. Compruebe siempre el estado del monómero
líquido antes de realizar la intervención. No utilice el
monómero líquido si presenta signos de espesamiento
o de polimerización prematura. No utilice el producto
después de la fecha de caducidad.
Preste especial atención durante la mezcla de los dos
componentes para evitar una excesiva exposición a
los vapores concentrados del monómero, que pueden
provocar irritación de las vías respiratorias, ojos y,
posiblemente, del hígado. Si el componente líquido
entra en contacto con los ojos, lávelos con abundante
agua. Los vapores concentrados del componente líquido
pueden provocar una reacción adversa con las lentes de
contacto. Debe informarse al personal que lleve lentes
de contacto y limitar su exposición. Deben seguirse en
todo momento las pautas de los fabricantes de lentes de
contacto en lo que respecta a la exposición a vapores
irritantes y nocivos.
Se ha demostrado que el metilmetacrilato causa
hipersensibilidad en personas propensas a dicha
afección,
lo
que
puede
anafiláctica.
Una fijación inadecuada o acontecimientos posoperatorios
imprevistos pueden afectar a la superficie de contacto del
cemento óseo y provocar el micromovimiento del cemento
hacia las superficies óseas con las que está en contacto.
provocar
una
reacción
Puede generarse una capa de tejido fibroso entre el
cemento y el hueso. Se recomienda hacer un seguimiento a
largo plazo con controles periódicos en todos los pacientes.
La polimerización del cemento finaliza en el paciente, y
es una reacción exotérmica que libera una importante
cantidad de calor. Los efectos a largo plazo del calor
producido in situ no han sido aún establecidos.
Todavía no se ha determinado la seguridad ni la
eficacia del cemento óseo con gentamicina en mujeres
embarazadas o en niños. No debe emplearse cementos
óseos con gentamicina durante el primer trimestre del
embarazo. Durante el resto del embarazo, únicamente
debe emplearse en casos de enfermedades que
pongan en riesgo la vida. Los cementos óseos con
gentamicina están indicados en niños únicamente en
casos de preservación de miembros, cuando ningún otro
procedimiento tenga probabilidades de proporcionar un
resultado terapéutico satisfactorio.
PRECAUCIONES
El uso del cemento óseo requiere la colaboración y
consulta entre el cirujano y el anestesista. Durante la
operación debe informarse al anestesista cuando se
implante el cemento óseo.
Debe evitarse el contacto del monómero con la piel o
las membranas mucosas. El componente líquido de los
cementos óseos ha provocado dermatitis de contacto a
las personas encargadas de su manipulación y mezcla.
El estricto cumplimiento de las instrucciones para el
mezclado de los componentes en polvo y líquido puede
reducir la incidencia de esta complicación.
El componente líquido del cemento óseo es un
disolvente lípido muy potente. No debe permitirse que
el componente líquido entre en contacto con los guantes
de goma o látex. El uso de un segundo par de guantes
quirúrgicos y la estricta observancia de las instrucciones
de mezclado puede disminuir la posibilidad de que se
produzcan reacciones de hipersensibilidad.
Tras la aplicación del cemento óseo, es importante
mantener la posición del componente protésico hasta
que haya finalizado el proceso de polimerización. Esto
es necesario para mantener una fijación correcta.
Se reconoce que en ciertas aplicaciones, tales como en
el revestimiento de cabeza femoral, se prefiere el uso
temprano del cemento. En la actualidad hay poco o ningún
consenso, o datos clínicos a largo plazo, sobre los posibles
riesgos para el paciente asociados con este método. Esta
información debería tenerse presente si se opta por dichas
prácticas.
La implantación de un cuerpo extraño en los tejidos
aumenta el riesgo normal de infección asociado a
la cirugía tras la operación. Los resultados de las
investigaciones clínicas señalan claramente la necesidad
de ceñirse estrictamente a técnicas quirúrgicas asépticas
correctas. Después de la operación, debe informarse al
paciente de que, en el caso de una infección intercurrente,
debe consultar de inmediato al médico a fin de reducir el
riesgo de infección del implante.
Puede producirse una extrusión del cemento óseo fuera de
los límites de la región prevista para su aplicación, lo que
puede dar lugar a las siguientes complicaciones: hematuria,
disuria, fístula en la vejiga, compresión tardía del nervio
ciático debido a la extrusión de cemento óseo más allá de
la región de aplicación prevista, neuropatía local, erosión
y oclusión vasculares locales, y obstrucción intestinal por
adherencias y estrechamiento del íleon a causa del calor
liberado durante la polimerización exotérmica.
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