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Pilotaje activo
El Magus tiene buena estabilidad en cabeceo. De todos modos, en turbulencias o durante
ciertas maniobras, pueden producirse movimientos de cabeceo. Si la vela abate, frénala
para ralentizarla. Si la vela se va atrás, sube los frenos para permitir que recupere
velocidad. El objetivo es reducir el efecto pendular a base de ajustar el ángulo de ataque y
la velocidad de tu vela para que tanto vela como piloto se desplacen a la misma velocidad.
Cuando las condiciones sean turbulentas, deberás pilotar de manera más activa y
anticiparte a los movimientos de la vela. Practica un pilotaje activo para evitar plegadas
en todo tipo de condiciones. Procura mantener una tensión en los frenos
aproximadamente igual al peso de tus brazos. Esto te permite mantenerte relajado y sentir
con precisión la presión interna de la vela a través de los frenos. Si notas una pérdida de
presión en uno o en ambos lados de la vela, frena rápidamente del freno apropiado, o de
ambos, para recuperar la presión. En cuanto la vela vuelva a tener su presión normal, deja
de frenarla. Si yerras por no frenar a tiempo y tienes una plegada, asegúrate de dejar de
frenar antes de plantearte tomar cualqueir otra acción de corrección.
Pilotaje con las B
El Magus responde muy bien al pilotaje con las B. Cuando vueles a frenos sueltos o vayas
acelerando, te recomendamos que pilotes con las B. Esto aporta más precisión para sentir
la vela y controlarla, y te permite pilotar de manera activa sin usar los frenos (lo que
produce resistencia y movimientos de cabeceo). El objetivo es controlar el cabeceo para
que la vela no se pliegue y se mantenga encima del piloto. Tirando de las bandas B hacia
abajo o hacia atrás, aumentas el ángulo de ataque y devuelves la vela a su velocidad de
calado.
Con las B puedes pilotar de manera activa en turbulencia y puedes evitar
plegadas, o al menos corregirlas con los gestos correctos. Si notas que el morro de la vela
pierde presión interna, o si ves que aparece una arruga entre los puntos de anclaje a la
vela de los cordinos A y B, puedes actuar rápidamente sobre las bandas B para evitar que
se produzca la plegada. Cuando se vuela acelerando, el control adicional que permite un
pilotaje activo con las bandas B aumenta aún más la eficiencia y la estabilidad de la vela.
Mientras de vuela acelerando, el efecto de tirar de las bandas B es exactamente el mismo
que el de dejar de pisar el acelerador. Si cuando vuelas acelerando el aire se vuelve
ligeramente turbulento, tira un poco de las bandas B, y cuando el aire vuelva a dejar de
ser turbulento, podrás reducir la presión que ejercías en las B (o soltarlas) para tener
mayor velocidad. Volar rápido y con eficiencia en aire normal requiere vigilar la vela de
manera constante, pues para mantenerla abierta y con presión, es necesario combinar los
gestos que se hagan con las B con la cantidad de acelerador que se aplique.
También se puede dirigir la vela con las bandas B. Seguir líneas de ascendencias usando
las B en lugar de los frenos puede suponer una enorme diferencia de rendimiento. Para
pilotar con las B, mantén en las manos los puños del freno (suelta cualquier vuelta, si la
llevabas) y bien apoya las manos o agarra los mandos situados en las bandas B. Los
gestos de control deben ser sutiles y fluidos; solo se requieren gestos pequeños. Una
buena práctica consiste en planear con una ligera tensión sobre las bandas B (tirando de
ellas hacia atrás de 4 a 7 cm), de modo que puedas sentir las reacciones de la vela.
Esas reacciones te avisan cuando se avecinan turbulencias, pero también te permiten
sentir qué lado de la vela está subiendo. Cuando la tensión en la banda B de un lado
aumenta, tira hacia abajo de esa banda para girar ligeramente hacia el lado donde está la
ascendencia. Esto método de control es apropiado para planear en aire "normal" bueno,
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