Carter, Lord Carnarvon y otros dos entran en la primera habitación
repleta de objetos revueltos, la que llaman la antecámara. Bajo una
cama con patas con forma de hipopótamo, Lord Carnarvon encuentra
la entrada a otra habitación. Conocida pronto como el anexo, esta
pequeña cámara contiene más de 2.000 objetos de uso cotidiano.
Entre ellos se incluyen bumeranes, escudos, una caja con maquillaje
para ojos y 116 cestas de comida. ¡Algunos de los montones
alcanzaban cerca de 6 pies de altura! Cuando Carter limpia más tarde
el anexo, sus trabajadores son suspendidos por cuerdas para evitar
que pisen sobre los objetos.
El desorden en el anexo indica que antiguos ladrones de tumbas la
han saqueado. Dejaron detrás huellas de pisadas y un fardo de
anillos de Tut envueltos atropelladamente en ropas.
Afortunadamente, fueron capturados y la tumba se volvió a sellar. Eso
ocurrió hace más de 3.000 años.
Los exploradores están fascinados por dos altas estatuas en la
antecámara mostrando a Tut vestido en oro. Las figuras parecen
guardar aún otra habitación más. Sofocados por el calor, el grupo
gatea a través de un agujero hecho por los antiguos ladrones. Ante
ellos se levanta una enorme caja de madera, o sepulcro, que reluce
con una capa de oro. ¡Esta habitación debe ser la cámara mortuoria
de Tut! En el mismo centro del sepulcro hay un sarcófago tallado, o
ataúd de piedra. Dentro hay tres sarcófagos uno dentro de otro, cada
uno más ricamente decorado que el precedente. Dentro del último
sarcófago, hecho con oro macizo, descansa la momia de
Tutankhamon. Un máscara de oro de 22 libras cubre su cabeza y
hombros. Un collar hecho de 171 piezas de oro separadas reposa
sobre el pecho de la momia. Tiene unas sandalias de oro en los pies.
En uno de los lados de la cámara funeraria hay una entrada abierta.
Revela la cuarta habitación de la tumba, ésta tan llena de riqueza que
Carter la denomina el tesoro. Destacando sobre los otros objetos hay
un canope cubierto de oro protegido por estatuas de divinidades. El
canope contiene el hígado de Tut, el estómago y los intestinos. Cada
órgano esta preservado, envuelto en lino y colocado en su propio
pequeño cofre individual.
El descubrimiento de Carter tuvo lugar hace 80 años; todavía hoy
unos 2,5 millones de personas visitan el museo del Cairo, en Egipto,
para ver los tesoros expuestos de Tut. Los egipcios de la antigüedad
creían que "pronunciar el nombre del muerto es darle la vida de
nuevo". Si esto es cierto, Tutankhamon ciertamente perdura.
EN TU KIT DE EXCAVACIÓN EN EGIPTO HAY SIETE 'TESOROS'
PARA DESENTERRAR
Cuando piensas en el Egipto de la antigüedad, probablemente
visualizas las pirámides y los tesoros de Tut. Sin embargo, la vida
egipcia comenzó hace 5.000 años y es un periodo asombroso de la
historia, lleno de rica cultura. Los egipcios adoraban a los dioses,
disfrutaban con los ropajes bonitos, las joyas y los maquillajes. Sus
hogares, sus escritos y su vida cotidiana eran muy distintos de los
nuestros.
El río Nilo fluye a través de Egipto y fue en un tiempo la vía principal
de transporte del país. Las riberas a lo largo del Nilo eran muy fértiles,
lo que promovió la agricultura. Los egipcios querían a sus animales y
los gatos eran especialmente objeto de veneración, ¡podías pagar
con tu vida por matar a un gato!
GATO EGIPCIO
Se cree que los gatos se convirtieron en 'mascotas' en Egipto hacia el
2.000 A.C. Se les consideraba muy útiles para atrapar y matar
alimañas que amenazaban el suministro de alimentos. Los gatos
fueron posiblemente los animales más populares con los egipcios,
llegando con el tiempo a ser deidades sagradas.
Hay muchas descripciones de gatos en las pinturas funerarias,
¡y durante las excavaciones se han encontrado tumbas de
gatos! También se han encontrado gatos momificados,
algunos de los cuales fueron reverenciadas mascotas
familiares a los que se dio un funeral superior o
simplemente fueron ofrecidos a los dioses (¡podías
comprar gatos ya momificados!).
VIDA DIARIA
Aunque vemos descripciones de grandes villas y palacios en pinturas
murales, estas viviendas fueron para la realeza y para los ricos, ya
que la mayoría de la gente vivía en sencillas casas, pero sin
embargo, todas las casas, grandes o modestas, estaban construidas
con ladrillos de barro.
Todos portaban alhajas, aunque la gente pobre tenía piezas básicas.
Los antiguos siempre llevaban amuletos para rechazar los espíritus
malignos, y el anj se utilizaba extensivamente ya que representaba la
'vida'.
ANJ
El anj es una forma de cruz con un bucle superior, que se
ha encontrado no solo como forma de alhaja sino como
símbolo jeroglífico (vida) y como un emblema decorativo.
Los dioses se ven con frecuencia representados en pinturas
y esculturas portando los anj, y los anj aparecen en los
escritos egipcios sobre la vida eterna.
JEROGLÍFICOS
Los jeroglíficos formaban el sistema de escritura egipcio. Son una
forma de imágenes y símbolos utilizados en vez del alfabeto. Era un
'lenguaje' muy difícil de aprender y costó años a los historiadores
descifrarlo, ya que había al menos 700 imágenes, ¡y
con frecuencia esos símbolos tenían significados
alternativos! Encontrados en pirámides y tumbas,
representan la historia de la época, especialmente
la de la realeza egipcia. Se han encontrado también
jeroglíficos en alhajas y tablillas con inscripciones.
MOMIFICACIÓN
Observando muchos rituales de la antigüedad que en la actualidad
parecerían extravagantes, parece que los egipcios estaban casi
obsesionados con la vida y la muerte. Convencidos de la vida eterna,
preparaban sus funerales y entierros de manera que pudiesen
disfrutar de comodidades similares, como riquezas y rango, a las que
disfrutaron en esta vida.
Uno de los rituales de los que más se habla es la momificación. Los
egipcios deseaban tanto estar preparados para la vida eterna y
disfrutar de ella que intentaban que se conservasen sus cuerpos ya
muertos. Se envolvíaN sus cuerpos en sábanas de lino y vendajes, y
se les colocaba en sarcófagos con máscaras funerarias colocadas
sobre sus rostros. Algunos egipcios creían que se vivía en la tumba, y
otros creían que eran llevados a un lugar mágico y mejor. Se
preparaban para ambas cosas haciéndose enterrar con los criados
(figuras shabti que deberían hacer el trabajo por ellos), posesiones
materiales (oro y alhajas), e incluso comida para mantenerse. Por
supuesto, de nuevo esto era solo para los ricos y para la realeza; los
pobres tenían sencillos funerales, pero aún así llevaban sus
posesiones con ellos para mejorar su vida futura. Aunque hacemos
referencia a una 'momia' egipcia, la palabra no es original de Egipto.
Se deriva de la palabra árabe 'mumiyah', que es un cuerpo
conservado con cera o betún y es como los árabes creían que
conservaban los egipcios a sus muertos.
SARCÓFAGOS
Se hizo popular en el antiguo Egipto hacer ataúdes
con forma humana (antropoide) para guardar las
momias; algunas veces incluso se ponían varios,
uno dentro de otro, y se han llegado a encontrar
tumbas con hasta 4 sarcófagos uno dentro de otro,
como las muñecas rusas. Estas versiones primitivas representaban el
cuerpo entero y en algunos casos, como en el de Tutankhamon,
estaban muy decoradas e incluso hechas de oro. Las clases
inferiores eran enterradas normalmente en ataúdes hechos con
juncos, cerámica y maderas baratas, mientras que los ricos y la
realeza tenían ataúdes hechos con cedro, sicomoro y acacia, ¡o con
oro y plata si eran reyes! En la tapa del ataúd había a veces una
representación de un dios protector y, para ataúdes de hombres,
debían mostrarse las manos apretando amuletos (para buena suerte).
JARRAS CANOPES
Estas jarras se utilizaban para almacenar los órganos
del difunto durante el proceso de momificación. Se
creía que quitar esos órganos ayudaría a conservar
el resto del cuerpo y evitar la pestilencia y la
putrefacción. Las jarras tenían diferentes cabezas
o tapones representando a los cuatro hijos de Horus.
La jarra con la cabeza humana contenía el hígado,
la de cabeza de halcón contenía los intestinos, la de cabeza de
babuino los pulmones y la de cabeza de chacal el estómago. Cada
jarra canope estaba destinada a proteger los órganos de los espíritus
malignos y mantenerlos seguros, ¡y preparados para el uso futuro! El
corazón no se retiraba del cuerpo ya que se creía que estaba unido al
alma y nunca debería separarse del cuerpo. ¡El cerebro se
consideraba un órgano sin importancia y era succionado del cuerpo y
desechado!
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