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4.8 Consejos para hornear
Puede hornear siguiendo su propia
receta.
Utilice moldes de silicona, cristal,
plástico o cerámica.
Cómo determinar si el bizcocho está
bien hecho.
El pastel se deshace.
El pastel ha subido en el centro, pero
quedó más bajo en el borde.
La tarta está demasiado oscura.
La tarta está demasiado seca.
El pan o el pastel (por ejemplo, la tarta
de queso) tiene buen aspecto, pero está
empapado por dentro (pegajoso, lleno
de agua).
El pastel no puede salirse del plato al
darle la vuelta.
Uso
Utilice como guía los elementos similares de las tablas de
cocción.
El molde debe ser resistente al calor hasta 250 °C. Los
pasteles en estos moldes se dorarán menos. Al utilizar el
microondas, el tiempo de cocción debe ser inferior al
indicado en la tabla.
Aproximadamente 10 minutos antes de que finalice el tiempo
de cocción especificado en la receta, pinche el pastel con un
palillo en su punto más alto. Si el palillo sale limpio, el pastel
está listo.
La próxima vez, utilice menos líquido o reduzca la
temperatura del horno 10 grados y prolongue el tiempo de
cocción. Respete los tiempos de mezcla especificados en la
receta.
Engrase solo la base del molde desmontable. Después de la
cocción, separe el pastel cuidadosamente con un cuchillo.
Seleccione una temperatura más baja y hornee la tarta un
poco más.
Cuando esté hecha, haga pequeños orificios en la tarta con
un palillo. A continuación, añada zumo de frutas o una
bebida alcohólica por encima. La próxima vez, seleccione
una temperatura 10 grados más alta y reduzca el tiempo de
cocción.
La próxima vez, utilice un poco menos de líquido y hornee
durante un poco más de tiempo a una temperatura más baja.
Cuando hornee pasteles con una cobertura húmeda, hornee
primero la base, cubra con almendras o pan rallado y luego
añada la cobertura. Siga la receta y los tiempos de cocción.
Una vez horneado, deje que el pastel se enfríe durante 5 o
10 minutos más para que sea más fácil sacarlo del molde. Si
aún se pega, separe con cuidado el pastel por los bordes
utilizando un cuchillo. Vuelva a poner el molde boca abajo y
cúbralo varias veces con un paño frío y húmedo. La próxima
vez, engrase bien el molde y espolvoree un poco de pan
rallado.
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