En una frenada intensiva, sus dos objetivos esenciales son optimizar la distancia recorrida y conservar el control del vehículo. Es sabido que, en función

de la naturaleza del firme, de las condiciones atmosféricas y de sus propias reacciones... existen peligros de perdida de adherencia al frenar. Para

combatirlos, dispone usted del sistema anti-bloqueo de las ruedas (ABS).

El ABS se compone de:

- un captador de velocidad de rotación por cada rueda.

(6)

- un calculador electrónico, con un dispositivo de autocontrol.

- un grupo electro-hidráulico, que asegura la regulación de presión para cada rueda y una bomba hidráulica.

- un testigo de control en el cuadro de instrumentos.

Un frenado muy enérgico entraña un riesgo de bloqueo de las ruedas, la velocidad de éstas últimas disminuye entonces muy rápidamente. Esta

información, suministrada por el captador de cada rueda, es transmitida inmediatamente al calculador, quien acciona la electroválvula de regulación

correspondiente, con el fin de regularla presión de frenado hasta que el riesgo de bloqueo desaparezca. En una frenada que haga que se accione el sistema

anti-bloqueo, y en función del estado de la calzada, este ciclo se repetirá de 4 a 10 veces por segundo.

El dispositivo de regulación de frenado evita el bloqueo de una rueda y le permite, a más de 6 km/h, conservar el dominio de la trayectoria de su vehículo,

optimizando las distancias de parada, cuando la adherencia de una o varias ruedas se hace precaria sobre firmes variados (suelo mojado, deslizante,

pavimento heterogéneo...).

Aunque permite optimizar las distancias y trayectorias de parada, este dispositivo no elimina su responsabilidad en el caso de :

- no respetar la distancia de seguridad,

- Sobrepasar los límites de velocidad, sobre todo en curvas,

- riesgo de acua-planning.

De igual forma, el hecho de disponer de mayor seguridad no debe incitarle a correr mayores riesgos.

La conducción

Una vez la velocidad del vehículo alcance los 6 km/h aproximadamente, el dispositivo ABS se autocontrola y se dispone a intervenir (testigo apagado).

El dispositivo de autocontrol se asegura, antes de partir, y permanentemente en ruta, del correcto funcionamiento de los elementos del dispositivo. En

caso de avería de uno de ellos, el testigo del cuadro de instrumentos se enciende. El sistema de frenado está asegurado normalmente, como si se tratara

de un vehículo sin sistema de anti-bloqueo, con ninguna otra incidencia.

La intervención del sistema de regulación no precisa más que unas décimas de segundo.

Cada actuación del sistema se manifiesta por una pulsación más o menos importante del pedal de freno, acompañada de ruidos característicos motivados

por la modulación de las presiones de frenado entre la bomba hidráulica y la electroválvula de regulación de cada rueda y por un rechinado eventual

de los neumáticos.

Estas manifestaciones sensitivas le previenen de que está al límite de adherencia entre los neumáticos y el suelo (presencia de escarcha...) y le permitirán

adaptar su conducción en función del estado de la carretera.

En caso de circulación en nieve fresca o en gravilla (en capas suficientes) puede que la distancia de frenado sea ligeramente más larga que si las ruedas

se bloquearan al aplastar la nieve, este inconveniente está compensado sin embargo por un mejor dominio del vehículo.

«IMPORTANTE

¿La modulación de frenado asegurada por el ABS/es iilependiente del-esfuerzo aplicado en el pedal de freno.

En caso de urgencia, aplique una presión continua sobre el pedal de freno: no.es necesario: accionar el pedal en pisadas sucesivas.