más breve posible. Mantener la puerta abierta implica que el aparato se enfría, se perjudica la
combustión y dificulta el encendido de la nueva carga de leña.
No demore la recarga de leña, espere justo a que termine el ciclo de combustión, cuando desaparecen
las llamas de la carga anterior.
Un ciclo de combustión completo comprende:
1º Un breve espacio de tiempo después de la recarga en el que la leña empieza a calentarse y no produce
llama. El tiempo que transcurre hasta que prende la llama es un indicador de la temperatura del hogar,
si Vd. espera demasiado tiempo a realizar la recarga la temperatura desciende demasiado y la nueva
carga de leña no se enciende bien, esto perjudica la combustión y provoca que el cristal se ensucie.
2º La leña aumenta rápidamente de temperatura y empieza a descomponerse emitiendo gas que se inflama
si la temperatura del hogar es la adecuada. La temperatura del hogar empieza a recuperarse a medida
que el combustible va desprendiendo más gas y aumenta el volumen de las llamas.
3º Después de un intervalo de tiempo, que varía dependiendo del tipo y formato de la leña, se ha alcanzado
el máximo valor de temperatura, la emisión de gas de la leña empieza a descender lentamente junto
con el volumen de las llamas.
Cuando se agota la emisión de gas de la carga de leña, se extingue la llama, quedando brasas incandescentes.
Es entonces cuando se debe realizar la nueva recarga de leña.
La carga de combustible debe ser el peso aproximado aconsejado por el fabricante para cada modelo.
Preferentemente en una o dos piezas.
Evite el exceso de carga con leña fina, esto puede ocasionar una combustión deficiente, la leña emite muy
rápidamente un excesivo volumen de gas y no hay suficiente aportación de aire. Aunque hay un gran
volumen de llamas la combustión no es buena y el cristal tiende a ensuciarse. Se pueden alcanzar
temperaturas excesivas que ponen en peligro la integridad de la estufa y la seguridad de los usuarios.
Seleccione la leña para conseguir el tipo de funcionamiento deseado. La leña más fina de menor calibre
debe utilizarla para conseguir una mayor potencia térmica, utilícela después del encendido para
conseguir una respuesta más rápida y cuando tenga mayor necesidad de calor.
Utilice la leña más gruesa, para conseguir una combustión más lenta, cuando tenga menos necesidad
de calor o para mantenimiento, siempre precedido por un ciclo de mayor potencia con leña más fina,
cuando el aparato ya tiene una temperatura alta. Si es necesario acompañe la leña más gruesa con
alguna pieza fina.
Durante el funcionamiento la puerta debe estar siempre cerrada, cuando abra la puerta para realizar la
recarga debe hacerlo lentamente para evitar absorber el humo del interior del hogar.
Advertencia. - En las estufas de leña e insertables, el uso prolongado y continuo a un
régimen de combustión muy bajo o con leña muy húmeda puede causar que se forme en el
conducto de humos la acumulación de creosota, fácilmente inflamable.
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