La carga es alimentada por los inversores en paralelo, incluso
cuando la sobrecarga instantánea (100 ms) puede llegar a:
≤ "N · 200% · Pn
", en donde:
SAI
• N= Número de equipos en paralelo y operativos del sistema.
• Pn
= Potencia nominal de cada unidad individual de SAI.
SAI
En todo caso debe considerarse que la potencia nominal de
cualquier sistema de equipos en paralelo, es el resultado de la
formula "N · Pn
".
SAI
Cualquier exceso de consumo activará las alarma acústicas
de sobrecarga, la indicación óptica del sinóptico a leds LD5 y
los mensajes de alarma en el display LCD del panel de control
display. En caso de sobrecarga prolongada, la alimentación de
la carga será transferida a la línea de bypass estático de igual
modo que actuaría con un sólo equipo.
En caso de cortocircuito la alimentación de la carga será trans-
ferida a la línea de bypass estático, independientemente de que
el equipo disponga de una línea exclusiva para el bypass o bien
sea común a la de entrada del rectificador. El modo de actuación
es el idéntico para un sólo equipo o un sistema de equipos en
paralelo.
Cuando desaparezcan los condiciones anormales de trabajo
(sobrecarga o cortocircuito), se restablecerá la carga al punto de
origen, o sea, cargas alimentadas por los inversores.
A excepción de cuando hay un sólo SAI, el sistema podrá ser
redundante o no-redundante en función de las necesidades y
requerimientos de la aplicación.
• Sistema paralelo simple (no redundante): un sistema no
redundante, es aquel donde todos los SAI suministran la
potencia requerida por las cargas. La potencia total de un
sistema compuesto por N equipos de potencia nominal Pn,
es N x Pn.
Si el sistema está trabajando con una carga cercana o igual
a la máxima y uno de ellos falla, la carga será transferida
a bypass automáticamente y sin paso por cero, ya que no
podrá soportar la demanda de consumo debido a la so-
brecarga que necesariamente se producirá en los restantes
SAI's.
• Sistema redundante: un sistema redundante es aquel que
dispone de uno o más SAI de los mínimos requeridos por la
potencia total de la carga o cargas (dependiendo del nivel de
redundancia).
Sea como sea, todos los equipos que configuran el sistema
están operativos y por tanto la carga repartida equitativa-
mente entre todos ellos. Así, el fallo de uno provocará que el
SAI dañado quede fuera del sistema y que el resto puedan
seguir alimentando la carga con todas las garantías. Una vez
el SAI averiado es reparado, puede ser conectado al sistema
para recuperar la condición de redundancia.
Un sistema con esta configuración incrementa la fiabilidad
y asegura una alimentación AC de calidad para las cargas
más críticas.
La cantidad de equipos redundantes a conectar debe ser
estudiada según las necesidades de la aplicación.
La conexión en paralelo, redundante o no, añade una serie de
ventajas al margén de la própia que ofrece esta conexión en sí:
• Mayor potencia puntualmente y autonomía: en un sis-
tema paralelo de N+M equipos, se considera carga nominal
máxima la de N equipos y +M los de reserva, o sea:
N, es el número de equipos en paralelo, correspondiente
al mínimo requerido por la potencia total necesaria.
SALICRU
+M, el número adicional de equipos correspondiente a
la potencia residual de seguridad (equipos redundantes).
Aunque en la práctica puede absorber la potencia total que
puede suministrar el sistema N+M, el requerimiento o con-
cepción de redundancia lo desaconseja y en contrapartida
se dispone de un remanente de potencia dinámico ante de-
mandas de carga.
Así por ejemplo, en un sistema paralelo redundante con
3 SAI de 200 kVA y configuración N+1, la carga nominal
máxima se contempla en 400 kVA (2x200 kVA), aunque el
sistema acepta demandas de hasta 600 kVA (3x200 kVA).
Consecuentemente el simple hecho de tener +M equipos de
reserva, aumenta la autonomía del conjunto, al disponer de
mayor bloque de baterías.
• La modularidad: se puede añadir capacidad a un sistema
paralelo de SAI añadiendo equipos de las mismas caracte-
rísticas, sin necesidad de reemplazar los equipos ya exis-
tentes.
Por ejemplo, si al cabo de cierto tiempo, en una instalación
con un sistema paralelo de 2 SAI se detecta que la capa-
cidad de este sistema es insuficiente, se puede optar por
añadir un tercer equipo al conjunto, sin necesidad de sustituir
los 2 equipos originales.
La gestión del sistema paralelo del SLC X-TRA-P se rige por un
protocolo CANBUS, en la que un sólo equipo (MASTER) asume
el control de todos los demás (SLAVES). De esta forma, el con-
trol de la tensión de salida, las transferencias a bypass, las des-
conexiones, el sincronismo con la red, ...; es gobernado por el
equipo MASTER, y transmitido a los equipos SLAVES a través
de los buses de gestión del sistema paralelo.
La condición de MASTER o SLAVE no es rígida, ya que en
caso de avería del equipo MASTER (normalmente el que tiene
la dirección numérica más baja), el próximo más inmediato por
número de dirección tomará automáticamente las funciones de
MASTER.
El control del paralelo es totalmente digital y actua tanto para la
potencia activa como reactiva de cada fase, consiguiendo un
exacto reparto de carga entre los SAI incluso en condiciones
transitorias.
Mediante el panel de control con display LCD y el sinóptico a
leds, se pueden verificar las condiciones de trabajo en cualquier
momento, además de comprobar su estado en función de las
posibles alarmas activas. No existe diferencia alguna en este
sentido, respecto a un SAI de la misma serie conectado o no
en paralelo.
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