APRILIA LEONARDO 125 Manual Del Usuario página 36

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Suelte la palanca del freno y acelere gi-
rando moderadamente (Pos. B) el puño
de gas; el vehículo empezará a mover-
se.
a
ATENCION
No efectúe salidas repentinas con el mo-
tor frío. Para reducir la emisión de sustan-
cias contaminantes en el aire y el consu-
mo de combustible, se aconseja que
caliente el motor conduciendo a una velo-
cidad limitada durante los primeros kiló-
metros de recorrido.
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uso y mantenimiento Leonardo 125 - Leonardo 150 - Leonardo 250
a
PELIGRO
No acelere y decelere a menudo y conti-
nuamente porque inadvertidamente se
podría perder el control del vehículo.
Para frenar, decelere y accione ambos
frenos para conseguir una deceleración
uniforme, dosificando la presión sobre
los dispositivos de frenado de manera
apropiada.
Accionando sólo el freno delantero o
sólo el trasero, se reduce notablemente
la fuerza de frenado, con el riesgo de
bloquear una rueda con consiguiente
pérdida de adherencia.
Si tiene que pararse en subida, decelere
completamente y utilice sólo los frenos
para mantener parado el vehículo.
La utilización del motor para mantener
parado el vehículo puede causar el so-
brecalentamiento del variador.
a
PELIGRO
Antes de iniciar una curva, reduzca la
velocidad o frene recorriendo la misma
con velocidad moderada y constante o
con ligera aceleración; evite frenar al lí-
mite: las posibilidades de deslizar re-
sultarían demasiado elevadas.
Utilizando continuamente los frenos en
los tramos en bajada, puede darse el re-
calentamiento de las juntas de fricción,
con sucesiva reducción de la eficacia
de los frenos.
Aproveche la compresión del motor uti-
lizando ambos frenos de manera inter-
mitente.
En los tramos en bajada no conduzca
con el motor apagado.
Con el firme de la carretera mojado o
con poca adherencia (nieve, hielo, ba-
rro, etc.), conduzca con velocidad mo-
derada, evitando frenazos repentinos o
maniobras que podrían causar la pérdi-
da de adherencia y, como consecuen-
cia, la caída.
Ponga cuidado en todo tipo de obstácu-
lo o variación de la geometría del firme
de la carretera. Las carreteras estropea-
das, los carriles, los sumideros, las se-
ñales de indicación pintadas en el firme
de la carretera, las chapas metálicas de
las obras cuando llueve se vuelven res-
baladizos y, por lo tanto, hay que ade-
lantarlos muy prudentemente, condu-
ciendo de manera suave e inclinando el
vehículo lo menos posible.

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