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Conduciendo de noche
Es difícil evaluar la velocidad de un vehículo
que está delante del suyo, solamente obser-
vando las luces traseras. Conducir durante la
noche es mucho más peligroso que durante el
día. Una razón es que algunos conductores
pueden estar bajo el efecto de alcohol, drogas,
fatiga o con la visión limitada por la oscuridad.
Recomendaciones para conducir por la
noche:
•
Conduzca a la defensiva. No se olvide que
éste es el período más peligroso.
•
No beba antes de conducir. Para más deta-
lles sobre este asunto, vea en esta Sección
bajo el título Conducción bajo el efecto de
bebida alcohólica.
•
Como la visión puede ser limitada, reduzca
la velocidad y mantenga mayor distancia
entre su vehículo y los demás.
•
Reduzca la velocidad, especialmente en
las autopistas, los faros deben estar alum-
brando muy bien delante de la pista.
•
En regiones desiertas esté atento a anima-
les sueltos en la ruta.
•
En caso de que esté cansado salga de la
ruta hacia un sitio seguro y descanse.
•
Mantenga limpios interna y externamente
el parabrisas y todos los cristales de su
vehículo. El reflejo de la suciedad por la
noche es muy peor que durante el día. Aún
la parte interior puede quedar empañada
debido a la suciedad. El humo de cigarrillos
también empaña con frecuencia la superfi-
cie interior de los cristales, dificultando la
visión.
•
Los cristales sucios reflejan más la luz que
los cristales limpios, haciendo contraer
repentinamente la pupila de los ojos.
Limpie con frecuencia los cristales con un
trapo afelpado y limpio.
•
No se olvide que las luces alumbran mucho
menos en las curvas.
•
Mantenga los ojos en movimiento; de esta
manera es más fácil identificar objetos mal
alumbrados.
•
Así como los faros se deben inspeccionar
y ajustar con frecuencia, consulte a un ocu-
lista periódicamente. Algunos conductores
sufren de ceguera nocturna - la incapaci-
dad de ver con luz poco intensa - y ni
siquiera saben de eso.
Visión nocturna
Nadie tiene por la noche una visión tan buena
como la que tiene durante el día, pero, a
medida en que la edad avanza, esta diferencia
aumenta aún más. Para ver un mismo objeto
un conductor de 50 años puede necesitar dos
veces más luz que uno de 20 años.
Su actividad diurna también puede afectar su
visión nocturna. Por ejemplo, si durante el día
estuviera expuesto a la luz solar, es impor-
tante que use gafas de sol, para que su visión
haga menos esfuerzo para ajustarse.
Su visión puede quedar encandilada tempo-
ralmente por las luces del tráfico contrario.
Son necesarios algunos segundos, para que
sus ojos se ajusten a la oscuridad. Al enfrentar
luz fuerte (como el de un conductor que olvidó
usar luz baja o de un vehículo con faros des-
alineados), reduzca la velocidad y evite mirar
directamente hacia las luces. Si huviera una
hilera en el tráfico opuesto, esté atento para
percibir si alguno de los vehículos están avan-
zando sobre su carril. Pasado el exceso de
luces, aguarde que sus ojos se adapten antes
de aumentar la velocidad.
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