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APÉNDICE 1 – Principios Básicos de la Electrocirugía
que trabajen con frecuencias dentro de lo que ya está claramente establecido, y que se encuentra por debajo de 1
MHz. Con estas consideraciones se concluye que los generadores electroquirúrgicos deberán trabajar con
frecuencias por encima de 100 kHz (para evitar las contracciones musculares) y por debajo de 1 MHz (para
disminuir las corrientes de fuga). Una vez que se utilizan estos valores de frecuencia por las emisoras de radio
(en ondas medianas) se refieren comúnmente estas frecuencias como de radiofrecuencia (RF).
Efectos Térmicos
Los Efectos Térmicos de la Corriente de Radiofrecuencia
Se desarrollaron los generadores electroquirúrgicos para propiciar el Corte y la Coagulación de tejidos
biológicos. La función de Corte es capaz de separar los tejidos biológicos sin una carbonización visible mientras
la Coagulación permite una hemostasia eficiente, que se puede dividir, de acuerdo con la posición relativa de los
electrodos, en desecación y fulguración.
En la desecación el electrodo toca y presiona el tejido (también llamada Coagulación por contacto) mientras en la
fulguración se mantiene alejado del mismo y la corriente de fulguración pasa a través de chisporroteo eléctrico
formado.
El mecanismo de acción de estos tres tipos de técnicas difiere entre sí, así como el tipo de corriente utilizada e
los electrodos activos empleados. De la misma forma, la mayoría de los generadores electroquirúrgicos permite
dos tipos de técnicas: Técnica Monopolar y Técnica Bipolar. Tanto en la técnica monopolar como en la bipolar
habrá paso de una corriente de radiofrecuencia entre dos electrodos.
En la técnica monopolar entre el electrodo activo y el electrodo de regreso o placa, y en la técnica bipolar entre
las puntas de una pinza con sus partes eléctricamente separadas. Las dos técnicas se complementan, cada una
de ellas presentan ventajas para las técnicas quirúrgicas en que se indican.
Técnica Monopolar
La técnica monopolar es la más usada en la actualidad, sirviendo a todos los procedimientos quirúrgicos, desde
las cirugías abiertas hasta las de endoscopía.
Todos los generadores electroquirúrgicos permiten su utilización, ofreciendo varios grados de sofisticación,
tanto en la elección de los diversos tipos de corrientes eléctricas disponibles, como los más variados grados de
protección contra accidentes térmicos (quemaduras del paciente), monitoreo de la resistencia eléctrica entre el
paciente y la placa, señalización sonora y visual del funcionamiento del equipo, programación para uso en las
más variadas técnicas quirúrgicas, memorización de los valores de potencia seleccionados, indicación digital de
las potencias utilizadas, alarma de rotura del hilo de placa, control de activación del equipo por la mango, tanto
para el corte como para la coagulación, ajuste de la potencia en la propia mango, etc. Su desarrollo y el el grado
de seguridad presentado en la actualidad permitió el avance y el éxito de algunas técnicas quirúrgicas, entre
ellas seguramente la de la vídeo laparoscopía.
La técnica monopolar, como previamente mencionada, utiliza también dos electrodos: el electrodo activo,
representado por la mango porta electrodo con su electrodo propiamente dicho (con sus más variadas formas y
dimensiones), y el electrodo de regreso, que desempeña un papel importantísimo en esta técnica y que se
analizará con mucho cuidado más adelante. Por ser solamente el electrodo activo o que se activará directamente
por el cirujano (siempre que la placa, una vez posicionada ya no se manejará más) esta técnica recibe el nombre
impropio de monopolar, a pesar de que también utiliza dos electrodos.
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Manual del Usuario
Familia SEG de Generadores Electroquirúrgicos
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