Barandillas laterales/inmovilizadores del paciente
La decisión de usar o no y de cómo usar barandillas laterales u otros inmovilizadores debe basarse en las
necesidades de cada paciente y debe ser adoptada por el paciente y su familia, el médico y los cuidadores,
teniendo en cuenta los protocolos del centro. Los cuidadores deben evaluar los riesgos y beneficios del uso
de barandillas laterales u otros inmovilizadores (incluidos el atrapamiento y las caídas del paciente de la cama)
junto con las necesidades individuales del paciente y analizar con el paciente y su familia la necesidad de su uso
o no. Deben tenerse en cuenta no solo las necesidades clínicas y de otra naturaleza del paciente, sino también
los riesgos de lesiones graves o mortales derivados de la caída de la cama y del atrapamiento del paciente en,
o alrededor de, las barandillas laterales, inmovilizadores u otros accesorios. En Estados Unidos, si desea obtener
una descripción de los peligros de atrapamiento, del perfil de los pacientes vulnerables y de las directrices para
reducir los riesgos de atrapamiento, consulte las Directrices para la evaluación y las dimensiones de los sistemas
de camas hospitalarias para reducir el riesgo de atrapamiento de la FDA. Fuera de Estados Unidos, consulte
a la autoridad local competente o al organismo gubernamental responsable de la seguridad de los productos
sanitarios para conocer las instrucciones locales específicas. Consulte a un cuidador y considere detenidamente la
posibilidad de usar almohadones, accesorios de colocación o alfombrillas, especialmente en el caso de pacientes
que presenten confusión, inquietud o agitación. Se recomienda bloquear las barandillas laterales (si se utilizan)
en la posición vertical totalmente elevada cuando el paciente esté solo. Si el paciente es autónomo, asegúrese de
que sepa cómo bajarse de la cama de forma segura (y, si es necesario, cómo liberar las barandillas laterales)
en caso de incendio u otras situaciones de emergencia. Vigile a los pacientes a menudo para evitar atrapamientos.
Cuando escoja un colchón estándar, asegúrese de que la distancia entre la parte superior de las
barandillas laterales (si se utilizan) y la parte superior del colchón (sin compresión) sea de al menos
22 cm (8,66 pulgadas) para evitar caídas de la cama. Al evaluar el riesgo de caída, considere el
tamaño del paciente, su posición (en relación con la parte superior de la barandilla lateral) y
su estado.
Estructura de la cama
Utilice siempre una estructura de cama para asistencia sanitaria estándar con todas las protecciones o los
protocolos que puedan ser apropiados. Se recomienda que la cama y las barandillas laterales (si se utilizan)
se ajusten perfectamente al colchón para ayudar a reducir la existencia de espacios que puedan atrapar
la cabeza o el cuerpo del paciente. Si las barandillas laterales o los sistemas sustitutivos de descanso están
ajustados de forma inapropiada, incorrecta o deficiente o no son sometidos a un mantenimiento adecuado,
pueden crearse espacios que podrían atrapar la cabeza o el cuerpo del paciente.
Altura de la cama
Para reducir al mínimo los riesgos de caídas o lesiones, la superficie del paciente debe estar siempre en la posición
práctica más baja cuando el paciente esté solo. Antes de ajustar la altura, asegúrese de que no haya objetos,
personas ni partes del cuerpo en el área situada debajo de la estructura de la cama ni alrededor de ésta.
Frenos
Los frenos de las ruedas deben estar siempre bloqueados una vez que la cama esté en la posición deseada.
Compruebe que las ruedas están bloqueadas antes de transferir al paciente a la cama o desde la cama.
Elevación de la cabecera de la cama
Mantenga la cabecera de la cama lo más baja posible para ayudar a prevenir el desplazamiento del paciente.
Entrada y salida del paciente
El cuidador debe ayudar siempre al paciente a bajarse de la cama. Si el paciente es autónomo, asegúrese de
que sepa cómo bajarse de la cama de forma segura (y, si es necesario, cómo liberar las barandillas laterales)
en caso de incendio u otras situaciones de emergencia.
Cuidados de la piel
Vigile las afecciones de la piel de forma regular y considere la posibilidad de aplicar tratamientos complementarios
o alternativos en los pacientes muy agudos. Preste especial atención a cualquier otro posible punto de
presión y a las zonas en la que pueda producirse incontinencia y generarse o acumularse humedad.
Una intervención precoz puede ser esencial para prevenir el deterioro de la integridad cutánea.
231