Extraer la válvula de fluido a través del orificio del depósito.
Retirar la vejiga a través del orificio del depósito. Si se ha de volver
a utilizar la vejiga, evitar dañar las superficies durante la extracción.
7.3. Limpieza e inspección
Después de desmontar el acumulador de vejiga limpiar todos los componentes e inspeccionarlos para detectar
posibles desgastes y daños.
Todas las piezas de metal se han de limpiar cuidadosamente con un limpiador orgánico, la vejiga y los anillos
de empaquetadura con alcohol isopropílico o un disolvente comparable. Antes del uso, comprobar por norma
que el material de los componentes tenga suficiente compatibilidad con los disolventes seleccionados.
En el marco de la inspección visual de la piezas se puede proceder y evaluar como sigue.
En primer lugar, comprobar si los componentes de la conexión de fluido presentan indicios de desgaste
excesivo, estrías provocadas por el movimiento, grietas o corrosión. Presionar la válvula de disco varias veces
en su asiento, girarla ligeramente y, al mismo tiempo, observar que el balancín de la válvula se deslice
uniformemente y el resorte se mueva libremente. Si se detectan daños en los componentes o la falta de
movilidad de la válvula de disco, Freudenberg recomienda reemplazar la conexión de fluido.
Si la vejiga se ha de volver a utilizar, comprobar primero si presenta daños en la superficie como porosidad,
grietas o abrasiones. A continuación llenar la vejiga hasta la medida normal con una presión de llenado de < 1
bar, enjabonarla o sumergirla en agua y examinar la formación de burbujas de gas en la superficie. Si se
detectan daños en la superficie o fugas de gas hay que reemplazar la vejiga.
El perfil de empaquetadura del anillo de centrado dividido se tiene que examinar como la vejiga para detectar
posibles daños en la superficie. Por lo demás, asegurarse de que no se han formado grietas en el área de
vulcanización. Las superficies de centrado del anillo dividido no pueden presentar deformaciones ni otros
daños. En caso de que se observen uno de estos fenómenos es imprescindible reemplazar el componente.
Después de la limpieza del interior y del exterior, el depósito a presión no puede contener ningún cuerpo
extraño. En especial la superficie del revestimiento interior así como el orificio de alojamiento de la conexión
de fluido no deben presentar ranuras, muescas ni otros daños en la superficie. Si se detecta corrosión en la
superficie o algún indicio de cambio en el material del depósito, Freudenberg recomienda encargar la revisión
del depósito a un perito.
Freudenberg recomienda reemplazar, por principio, la junta entre la conexión de fluido y el orificio del depósito
así como el cuerpo de la válvula de gas y sus anillos de empaquetadura.
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