No deje nunca ninguna llave del vehículo
–
dentro del mismo.
Al aparcar en subidas y bajadas también hay
que tener en cuenta lo siguiente:
Gire el volante de tal modo que, si el vehículo
se pusiera en movimiento, se desplace en di-
rección al bordillo.
Cuando quiera estacionar el vehículo en
●
una pendiente hacia abajo, deje las ruedas
delanteras giradas hacia la derecha de forma
que apunten hacia el bordillo.
●
Cuando quiera estacionar el vehículo en
una pendiente hacia arriba, deje las ruedas
delanteras giradas hacia la izquierda de for-
ma que apunten en sentido contrario al bor-
dillo.
Deje siempre el vehículo inmovilizado de la
●
forma habitual, es decir, deje bien puesto el
freno de mano y engrane la 1.ª marcha.
ATENCIÓN
●
Elimine todo riesgo posible no dejando el
vehículo sin vigilancia.
No estacione nunca el vehículo en zonas
●
donde el sistema de escape pueda entrar en
contacto con hierba seca, matorrales, com-
bustible derramado o materiales altamente
inflamables.
No permita que los pasajeros permanezcan
●
en el vehículo si está cerrado, ya que las
puertas y ventanas no se pueden abrir desde
198
Manejo
dentro y en caso de emergencia no se podría
abandonar el vehículo. Además, las puertas
cerradas dificultan el rescate de los ocupan-
tes del vehículo.
No deberían dejarse nunca niños solos en
●
el vehículo. Podrían quitar, por ejemplo, el
freno de mano o mover la palanca del cambio,
lo que ocasionaría que el vehículo se pusiese
en movimiento pero sin control.
Dependiendo de la estación del año, en un
●
vehículo estacionado pueden llegar a alcan-
zarse temperaturas casi mortales.
Frenos
Pastillas de freno nuevas
Durante los primeros 400 km las pastillas de
freno nuevas no desarrollan todavía su máxi-
ma capacidad de frenado, teniendo que
"asentarse" primero. Sin embargo, esta lige-
ra reducción de la capacidad de frenado se
puede compensar pisando con mayor fuerza
el freno. Evite sobrecargar los frenos durante
el tiempo de rodaje.
Desgaste
El desgaste de las pastillas de freno depende
en gran medida de las condiciones de uso y
de la forma en que se conduce. Esto se pro-
duce especialmente en tráfico urbano y tra-
mos cortos, o bien con una conducción muy
deportiva.
En función de la velocidad, la fuerza de frena-
do y las condiciones ambientales (p. ej., tem-
peratura, humedad del aire) pueden produ-
cirse ruidos al frenar.
Humedad o sales antihielo
En determinadas situaciones (por ejemplo, al
vadear zonas inundadas, en caso de fuertes
aguaceros o después de lavar el vehículo) la
acción de frenado podría retrasarse debido a
que los discos y las pastillas están húmedos
y, en invierno, congelados. En este caso, ha-
brá que frenar repetidas veces hasta que los
frenos se "sequen".
A gran velocidad y con el limpiaparabrisas
conectado, las pastillas de freno contactarán
brevemente con los discos del freno. Esto se
produce, de forma imperceptible para el con-
ductor, a intervalos regulares para mejorar el
tiempo de respuesta de los frenos cuando
están mojados.
También cuando se conduce por carreteras
tratadas con sales antihielo y se lleva mucho
tiempo sin frenar puede verse disminuida la
función de frenado. Primero hay que elimi-
nar, frenando, la capa de sal formada en los
discos y en las pastillas de los frenos.