El sistema de tracción a las cuatro ruedas
actúa en consonancia con la elevada poten-
cia del motor. La tracción total confiere al ve-
hículo prestaciones extraordinarias y exce-
lentes propiedades de marcha, tanto en con-
diciones normales de conducción como en
condiciones extremas con hielo y nieve. Pre-
cisamente por este motivo deben tenerse en
cuenta siempre las siguientes observaciones
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relativas a la seguridad
.
Neumáticos de invierno
Gracias a la tracción total, la tracción del ve-
hículo hacia adelante es buena en invierno
incluso llevando neumáticos de serie. Sin em-
bargo, le aconsejamos que en invierno utilice
neumáticos de invierno o para todas las es-
taciones en las cuatro ruedas para mejorar
aún más el comportamiento del vehículo al
frenar.
Cadenas para la nieve
Las cadenas para la nieve deben colocarse
también en vehículos con tracción total
cuando sea obligatorio el uso de las mismas
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pág.
60.
Cambio de neumáticos
En vehículos con tracción total sólo deben
colocarse neumáticos del mismo tamaño.
Asimismo, la profundidad del dibujo debería
ser la misma en todos los neumáticos
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pág.
387.
Arranque y conducción
¿Tengo un todoterreno?
Su SEAT no es un vehículo todoterreno: la dis-
tancia de la carrocería al suelo no es sufi-
ciente para que lo sea. Por este motivo, evite
conducir por caminos sin pavimentar.
ATENCIÓN
El estilo de conducción debería adaptar-
●
se siempre al estado de la calzada y a la
situación del tráfico - incluso si se conduce
un vehículo con tracción total. El hecho de
ser mayor la seguridad no debería inducir a
correr ningún riesgo. ¡Peligro de accidente!
La capacidad de frenado de su vehículo
●
se ve limitada por la adherencia de los
neumáticos. Por lo tanto, el comportamien-
to con respecto a los vehículos con trac-
ción a dos ruedas no es muy diferente. Por
esa razón, el hecho de que incluso sobre
firme liso o resbaladizo sea buena la ace-
leración no deberá inducir a conducir a ve-
locidades excesivas. ¡Peligro de accidente!
Si la calzada está mojada deberá tener
●
en cuenta que, circulando a una velocidad
demasiado elevada, las ruedas delanteras
pueden llegar a "flotar" (aquaplaning). En
este caso – y no como ocurre en vehículos
con tracción delantera – el comienzo del
aquaplaning no va acompañado de un au-
mento repentino de las revoluciones del
motor. Por eso le recomendamos que, a pe-
sar de ello, adapte la velocidad a las con-
diciones de la calzada. ¡Peligro de acci-
dente!
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