•
Parar el motor si hay pasajeros abordando, bajando o si se encuentran cerca de la parte trasera
(popa) de la embarcación. No basta con poner la unidad de transmisión en punto muerto.
Usar dispositivos de flotación personales.
•
La ley federal de Estados Unidos exige que haya un chaleco salvavidas (dispositivo de flotación
personal) autorizado por el U.S. Coast Guard (Servicio de Guardacostas de los EE. UU.), del tamaño
correcto y de fácil acceso por cada persona a bordo, además de un cojín o anillo para arrojar al agua.
Se recomienda encarecidamente que todas las personas usen un chaleco salvavidas mientras estén a
bordo.
Enseñar a otras personas a pilotar la embarcación.
•
Instruir cuando menos a una persona a bordo sobre los conocimientos básicos de arrancar y controlar
el motor y el manejo de la embarcación en caso de que el piloto quede inhabilitado o se caiga al agua.
No sobrecargar la embarcación.
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La mayoría de las embarcaciones están catalogadas y certificadas para capacidades de carga
máxima (peso) (consultar la placa de capacidad de la embarcación). Conocer las limitaciones de
funcionamiento y carga de la embarcación. Averiguar si la embarcación flota estando llena de agua.
En caso de duda, consultar al concesionario de Mercury Marine o al constructor de la embarcación.
Comprobar que todos en la embarcación tengan un asiento.
•
No permitir que nadie se siente ni viaje en alguna parte de la embarcación que no se haya diseñado
para ese fin. Esto incluye los respaldos de los asientos, las regalas, el peto de popa, la proa, las
cubiertas, los asientos de pesca elevados y cualquier asiento de pesca giratorio. Los pasajeros no
deben sentarse ni situarse en ningún lugar donde una aceleración inesperada, parada súbita, pérdida
inesperada del control de la embarcación o movimiento súbito de la embarcación pueda ocasionar la
caída de una persona dentro o fuera de la embarcación. Verificar que todos los pasajeros tengan un
asiento adecuado y que lo estén ocupando, antes de cualquier movimiento de la embarcación.
No pilotar nunca una embarcación bajo los efectos del alcohol o estupefacientes. La ley lo prohíbe.
•
El alcohol o los estupefacientes pueden perjudicar el razonamiento y reducen en gran medida la
capacidad de reaccionar rápidamente.
Conocer el área por la que se navega y evitar lugares peligrosos.
Permanecer alerta.
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La ley señala que el piloto de la embarcación es responsable de mantener una vigilancia apropiada,
tanto visual como auditiva. El piloto debe tener la visión libre, en especial hacia el frente. Ningún
pasajero, carga o asientos de pesca deben bloquear la visión del piloto si la embarcación navega a
velocidad mayor que la de ralentí o de transición de planeo. Estar atento al agua, la estela y la posible
presencia de otras personas.
No seguir nunca con la embarcación a un esquiador acuático.
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Una embarcación que se desplaza a 40 km/h (25 mph) alcanzaría en 5 segundos a un esquiador
situado unos 60 m más adelante.
Estar atento a los esquiadores que se hayan caído.
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Al usar la embarcación para la práctica del esquí acuático o actividades similares, mantener siempre
el esquiador caído en el costado de la embarcación correspondiente al piloto, mientras se regresa
para prestarle asistencia. El piloto siempre debe mantener a la vista al esquiador y nunca debe
retroceder en dirección del mismo o de cualquier otra persona en el agua.
Los accidentes deben comunicarse.
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La ley obliga a los pilotos a presentar un parte de accidente de navegación a la autoridad competente,
en el caso de que la embarcación haya estado implicada en ciertos accidentes de navegación. Es
obligatorio comunicar un accidente si 1) ha habido, de hecho o probablemente, pérdida de vidas
humanas, 2) se han producido lesiones personales que precisen un tratamiento médico posterior a los
primeros auxilios, 3) se han producido daños a otras embarcaciones o propiedades cuyo valor sea
superior a 500 dólares o 4) si la embarcación se declara en siniestro total. Solicitar ayuda adicional a
las autoridades locales.
INFORMACIÓN GENERAL
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